Luego de que la prensa independiente cubana planteara la hipótesis de una posible ilegalización del paquete semanal, los medios oficialistas no tardaron en responder. El artículo más reciente sobre el tema fue publicado en Cubadebate el 13 de septiembre de 2024.
El texto es una entrevista a Ernesto Vila González, director del Centro Nacional de Derecho de Autor y del Artista Intérprete (CNDA). El «especialista» asegura que la actividad que realizan los paqueteros no está prohibida siempre y cuando cumpla con los requisitos establecidos en la ley.
Algunos medios de prensa aseguraron que las aseveraciones del director del CNDA son indicativo de que la «distribución del paquete semanal no está prohibida en Cuba». Sin embargo, las declaraciones singulares de un funcionario como Vila González no son suficientes para negar la prohibición y los argumentos que utiliza para justificarla son, además, engañosos.
El especialista
El «paquete semanal» en sí es una paradoja. Surgió como solución social frente a la falta de acceso a una Internet de calidad y asequible, y a la limitada oferta cultural y audiovisual del Estado cubano, que controla los principales medios de difusión masiva. Además, representa la mayor expresión de tolerancia de las autoridades hacia la piratería.
Como colofón de la paradoja, Cubadebate y sus seguidores presentan al máximo responsable de la protección de los derechos de autor en Cuba como principal defensor del paquete semanal y autoridad encargada de determinar si su distribución está prohibida o no.
Sin embargo, Ernesto Vila González y el centro que dirige no tienen prácticamente autoridad alguna para definir si una actividad económica está vetada. En Cuba, la interpretación de la ley corresponde de manera exclusiva a quienes detentan el poder político y no se basa en el texto de la norma, sino en la amplísima discrecionalidad que tiene la burocracia y la clase política nucleada en torno al Partido Comunista.
Vila González tiene escasa influencia real para autorizar proyectos de trabajo por cuenta propia. La responsabilidad recae, principalmente, en las Oficinas de Trámite y Empleo de las Direcciones Municipales de Trabajo, las que sí podrían ofrecer una aproximación más cercana de lo que entienden por actividad prohibida.
No obstante, han bastado las palabras de un funcionario del nivel y la influencia de Ernesto Vila Rodríguez para dar por sentado que una prohibición incluida en una reciente norma se convierta en mero «rumor». Pero no solo han bastado las credenciales de Vila Rodríguez para que muchos compren su historia, lo peor es que han bastado sus deficientes argumentos.
Argumentos del especialista
Vila González asegura que la distribución del paquete semanal no está vetada porque lo que prohíbe el Decreto 107 es la «exhibición pública de películas, documentales, series, novelas u otras obras similares», pero no la «copia [de materiales audiovisuales] de un disco duro o memoria a otro, con destino al consumo cultural personal o familiar». El «especialista» considera que la acción de copiar de un disco duro para una memoria es una «reproducción» y no una «exhibición».
De acuerdo con el director del CNDA, las nuevas regulaciones solo especifican los soportes y medios que no pueden usarse para exhibir los materiales audiovisuales. Vila considera que lo que hace el Decreto 107 es meramente señalar que no pueden utilizarse soportes digitales o medios informáticos para garantizar la exhibición pública de obras cinematográficas.
En una nota aclaratoria del texto de Cubadebate, se asegura que el Decreto 107 ratifica la idea de que la exhibición pública de materiales audiovisuales (actividades homólogas a los cines o salas de video) es un monopolio exclusivo de las instituciones estatales, «sea en soporte digital o analógico». La nota insiste en que se trata de una prohibición que está «vigente desde 2021 como parte del Decreto 49, derogado ahora por el Decreto 107 de 2024».
El Decreto 107 no solo prohíbe la exhibición pública de materiales audiovisuales, sino también la exhibición privada si se gestiona o promueve como parte de un negocio no estatal. Si se argumenta —como lo hacen Cubadebate y Ernesto Vila— que en Cuba cualquier exhibición con fines lucrativos de pro