“El bloqueo es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todo el pueblo de Cuba, y es un acto de genocidio contra todo un país”, denunció este miércoles el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla al presentar en la Asamblea General de la ONU la Resolución Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba y que fue aprobada por la inmensa mayoría de los países.
“El reclamo de Cuba —dijo el canciller— es que nos dejen en paz, es vivir sin bloqueo, que cese la persecución de nuestros lazos comerciales y financieros. Demandamos —acotó—que se ponga fin a la manipulación, discriminación y cesen los obstáculos a los vínculos de los cubanos que viven en Estados Unidos con sus familiares en Cuba y con el país que los vio nacer”.
Rodríguez Parrilla subrayó en su intervención ante el plenario de la Asamblea General que no es legal ni ético que el gobierno de una potencia someta por décadas a una nación pequeña a una guerra económica incesante en aras de imponerle un sistema político ajeno.
Es inaceptable —reafirmó— privar a un pueblo del derecho a la paz, el desarrollo y el bienestar humano; igualmente, calificó de inaceptable que el gobierno de Estados Unidos ignore durante 28 años las sucesivas resoluciones de esta democrática y representativa asamblea.
Asimismo, insistió en que el bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo del país y priva también a la industria nacional del financiamiento para importar los insumos necesarios destinados a la producción de alimentos, que provocó la caída de la producción porcina y de otros bienes.
El canciller ejemplificó que, desde abril de 2019 hasta diciembre de 2020, el bloqueo causó daños a Cuba por 9 157 millones de dólares a precios corrientes, 436 millones mensuales de daños como promedio.
“Doy testimonio del sufrimiento y la ansiedad que provocan en las familias cubanas el desabastecimiento y la inestabilidad de productos imprescindibles y de primera necesidad, visibles en largas colas que a diario agobian a los cubanos en medio de la pandemia”, expresó Rodríguez Parrilla en otro momento de su intervención en la ONU.
El canciller cubano subrayó que las medidas de endurecimiento del bloqueo en condiciones de pandemia y de crisis económica global, impactan en el desabastecimiento de las tiendas y el aumento desmedido de los precios, pese a esfuerzos del gobierno.
Igualmente se refirió Rodríguez Parrilla a que Cuba buscó proteger a todos del virus, activó su universal y sólido sistema de salud, y contó con la abnegación, disposición al sacrificio y la alta calificación de su personal, así como movilizó al personal científico y a su industria biofarmacéutica, en tanto dispuso del apoyo y del consenso manifiesto del pueblo y, en particular, de los jóvenes y estudiantes que concurrieron como voluntarios a las zonas de riesgo y a las pesquisas epidemiológicas.
El canciller cubano insistió que el daño humano del bloqueo es incalculable. “La vida de ninguna familia cubana —expresó— escapa a los efectos de esta política inhumana. Nadie podría afirmar honestamente que no tiene un impacto real en la población”.
“Como el virus, el bloqueo asfixia y mata, y debe cesar”, demandó el canciller cubano antes de que se sometiera a votación la Resolución presentada por Cuba, la cual fue aprobada abrumadoramente con 184 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones, devino contundente victoria de la isla y el mundo vuelve a rechazar el bloqueo económico y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace seis décadas.