—Me hablaron de este nuevo servicio y…
—Entre y siéntese. Será nuestro primer cliente.
—¿Cómo es la cosa?
—No sé si sabe que se ha planteado una gran batalla contra la colonización cultural.
—Ni idea.
—¿Ve? Por eso surgimos nosotros. Usted no se entera porque no lee el Granma ni el Rebelde ni…
—Cuando los compro…
—No nos interesa el subconsciente que se llevará en una memoria, sino la memoria que dejaremos en su subconsciente. La gente ha perdido el hábito de leer la prensa. El poco tiempo que les queda lo dedican a consumir subproductos de envenenamiento ideológico en forma de películas, series, musicales y programas de participación de dudosa comicidad. Y para reírse en serio, quién mejor que nosotros.
—Con esa publicidad, la cosa debe venir por lo caro.
—Se equivoca. Esta prueba piloto del nuevo «paquete» la hacemos completamente gratis. Es casi seguro que así se quede, y hasta bonifiquemos ciertos y determinados trabajos que nos interesa que la población lea.
—¿Me sugiere alguno?
—Empezamos bien. Deme su flash y se lo copio mientras le explico la sinopsis. Esto salió en el Granma y se titula «Ayer, cuando el mañana nos tomó por asalto».
—Lo del Moncada fue en julio y…
—Tiene que ver con el inicio del curso escolar y es una cosa preciosa. Hasta usted se comió el cable con el título. El periodista establece un paralelismo entre el lenguaje pro contienda bélica y el regreso a las aulas. Oiga qué original: «El mañana nos asaltó ayer, primer lunes de este septiembre. Con su entusia