La Habana, 12 sep.-Las paradas de bus en Cuba amanecen repletas de gente que, esperanzada, aguarda por uno de ellos aunque probablemente no llegue a tiempo. La falta de piezas de repuesto para rehabilitar un parque automotor ya deprimido y la escasez de combustible han provocado un colapso en el servicio de transporte público del país.
El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez, explicó el 18 de abril en el podcast Desde la Presidencia, que la mitad de las rutas estatales del país no poseen un funcionamiento estable debido a esos dos factores, lo que ha provocado que la demanda de muchas localidades sea cubierta por transportistas privados.
“Ya ni me molesto en esperar una guagua (bus). El transporte está tan malo que normalmente voy al trabajo a pie, aunque me tome una hora”, dijo a IPS Cristina López, una informática de 57 años que trabaja en una empresa estatal en La Habana.
En la capital de esta nación insular caribeña, de los 894 ómnibus que tenía la Empresa Provincial de Transporte a mediados de 2023, solo 34 % se encontraba operativo.
El trabajador por cuenta propia José Luis Valdés, de 28 años, gasta a diario el equivalente a 10 dólares, según la tasa de cambio oficial de 120 pesos por un dólar. Como vive en las afueras de La Habana, debe tomar varios taxis colectivos privados para desplazarse a su empleo en el centro de la ciudad, pagando entre 1,2 y 2,0 dólares cada vez.
Ya ni me molesto en esperar una guagua (bus). El transporte está tan malo que normalmente voy al trabajo a pie, aunque me tome una hora”.
Cristina López
“Todavía me lo puedo costear, pero a un trabajador del Estado no le es factible trasladarse con medios de transporte privados. Si lo hace, no come. Su sueldo no puede cubrirlo”, opinó en diálogo con IPS.
El salario medio mensual en Cuba equivale a unos 39 dólares según la tasa oficial y de 14,5 dólares de acuerdo al cambio informal.
En el sector estatal laboran dos tercios de las 4,5 millones de las personas ocupadas (de una población de unos 10 millones), según las últimas cifras de la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei).
En otras regiones del país la situación es aún más alarmante. En la oriental provincia de Granma, por ejemplo, resulta un reto desplazarse entre sus 13 municipios, constató IPS durante una visita este mes a ese territorio.
Dentro de la ciudad de Bayamo, la capital provincial, a unos 740 kilómetros al este de La Habana, el transporte principal para la población son los coches tirados por caballos, a 0,15 dólares la ruta. Se trata de un vehículo que tiene una connotación en la historia y la cultura de la urbe, cuyo sobrenombre es la Ciudad de los Coches.
“El transporte aquí es malísimo. Eso sí, antes de la covid era mejor”, acotó ante IPS Raúl, un residente local, quien añadió que, ante la escasez de autobuses, los bayameses también se mueven en los llamados “bicitaxis” (triciclos mecánicos con dos asientos traseros) o en motos eléctricas, ambas opciones al equivalente de 1,7 a 2,5 dólares.