Durante más de 20 años, la política económica cubana ha concentrado sus inversiones en el sector hotelero. A ello habría que sumar que el financiamiento externo representa apenas un tercio de las inversiones, mientras que el conglomerado militar Gaesa costea el resto.
La inversión hotelera se convierte en pagos a empresas encargadas de edificar las obras. Por esa razón, una de las grandes ganadores de la política de inversión cubana son las empresas constructoras con las que Gaesa hace contratos.
Llame la atención entonces que los hoteles de máxima clasificación han sido construidos por una misma empresa. Su nombre es Bouygues.
La compañía
Bouygues S. A. es un grupo industrial con sede en Francia, creado en 1952 por Francis Bouygues, principal empresario de la construcción de la nación gala, según el periódico El País.
De acuerdo con cifras de Forbes, en 2022 Bouygues facturó más de 44 000 millones de dólares, un monto muy superior al de Toyota y que ilustra las dimensiones de la compañía francesa. Bouygues S. A. opera en alrededor de 140 países y posee empresas de telecomunicaciones y medios de comunicación, transporte y construcción. Las empresas son:
Bouygues Telecom. Según informa en su web, es un «operador integral de comunicaciones electrónicas». Ocupa el puesto tres en el mercado de telefonía móvil de su país, al contar con 23.2 millones de clientes, 34.5 millones de instalaciones de Internet por cable y capacidad para ofrecer 4G al 99 % de la población francesa. Es, además, líder local en la implementación de la red 5G.
TF1. Como «líder en televisión abierta francesa», TF1 facturó 2 297 millones de euros en 2023 y contaba con 2 888 empleados en 13 países, declara en su página oficial la entidad gala. Actualmente, es el propietario único de ocho canales de la televisión francesa.
Equans. Es la empresa de vanguardia en el sector de energía y servicios, al facturar casi 18 800 millones de euros y ejecutar más de 800 000 proyectos anuales. Cuenta con más de 90 trabajadores de alta calificación y una fuerte presencia en Europa, América del Norte, Asia y Oceanía, informa en su sitio oficial.
Colas. Es una filial dedicada a la construcción de vías de transporte que emplea a más de 65 000 personas, con presencia en 50 países de cinco continentes, con lo que mantiene en funcionamiento más de 1 000 unidades operativas y de 3 000 centros de producción. Aspira a ser líder del sector. En 2023, según revela en su web, facturó 16 000 millones de euros.
Bouygues Immobilier. Empresa dedicada a «diseñar espacios habitables que tengan en cuenta a todos los usuarios y en todas las escalas: la del proyecto, el barrio y la ciudad». Cuenta con 1 639 empleados en Francia, Polonia, Bélgica y España, 31 agencias y cuatro subsidiarias, informa su sitio oficial.
Bouygues Construction. Emplea a más de 32 000 trabajadores en alrededor de 60 naciones y en 2023 facturó 9 800 millones de euros. En el ranking de Construcción Latinoamericana, portal especializado en el sector, es la séptima empresa por volumen de ventas. Entre sus obras destaca el túnel del Puerto de Miami, el Sports Hub de Singapur, el estadio de Francia y el Eurotúnel.
Investigaciones por corrupción
Entre 1989 y 1996, Bouygues formó un cartel junto con las empresas francesas Suez-Lyonnaise y Vivendi. Un cartel es una asociación entre empresarios para eliminar a sus competidores, por lo tanto, es una práctica económica prohibida en muchos países. Así obtuvieron contratos opacos para la construcción de escuelas en París, de acuerdo con la organización Freedom for Sale. A través de los contratos, el cartel realizaba sobrefacturación y limitaba la competencia, lo que le reportó un beneficio extra de 500 millones de dólares. La prensa denunció los hechos y Bouygues, luego de ser investigada, recibió condena por malversar fondos públicos.
El 30 de noviembre de 1995, tres directivos de Bouygues fueron acusados de corrupción. Unas semanas después, el director de la constructora, Martín Bouygues, fue interrogado por agentes de la Policía de Lyon, de acuerdo con reportes del periódico francés Les echos, especializado en temas económicos. Se trataba de un caso de depósitos ilegales y fraude en un banco suizo. Martín Bouygues admitió que había pagado a un fondo secreto para ocultar su financiamiento al alcalde de Lyon.
En 1996, la empresa fue investigada nuevamente por fraude y soborno; en esta oportunidad por la formación de otro cartel para obtener contratos para la construcción de obras como el tren de alta velocidad TGV y el puente de Normandía.
Al año siguiente, la empresa fue incluida en una investigación por facturación falsa y uso indebido de activos corporativos que dañó alrededor de 40 empresas parisinas, registra la enciclopedia de habla inglesa Encyclopedia.com. Bouygues recibió una multa de 19 millones de euros.
Bouygues también se vio involucrada en escándalos fuera del continente europ