Fueron noticia las nuevas medidas económicas anunciadas en el Parlamento, dirigidas a una mayor centralización y control de los actores no estatales de la economía.
En las Proyecciones de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía durante el año 2024, presentadas por el primer ministro Manuel Marrero, se mencionaron algunos de los incumplimientos en la implementación del plan del gobierno cubano para superar la actual crisis. «Los planes de medidas para la salida de la situación en que nos encontramos, no logran su concreción ni marchan al ritmo que se necesita», enfatizó.
El jefe de gobierno ratificó el término «economía de guerra» para referirse a las condiciones bajo las cuales se desarrolla la situación del país y comunicó que «para trabajar en los ocho objetivos que conforman dichas proyecciones se diseñaron 220 acciones, de ellas 116 han sido aprobadas; asimismo, se organizaron 100 proyecciones, de las cuales 43 se han aprobado y 15 se han implementado».
En su intervención, Marrero habló del Programa de Estabilización Macroeconómica como «el abecé que nos va a conducir a avanzar» para salir de la crisis, sin detallar en qué consiste realmente.
Con relación al «redimensionamiento» del mercado cambiario, comentó que el Banco Central de Cuba lidera un grupo de trabajo para definir cuál debe ser la tasa cambiaria en el país y presentar propuestas que «se analizarán en el transcurso del año 2024».
Así como «incrementar medidas para que las formas de gestión no estatal realicen sus importaciones con pagos desde el sistema bancario del país y no desde el exterior, para lo cual también hay medidas concretas».
Esto apunta a una «dolarización parcial» de la economía. Según se anunció, todas las transacciones a lo interno se realizarán en CUP, excepto en la Zona Especial de Desarrollo Mariel y algunas entidades autorizadas de comercio minorista y mayorista en divisas, entidades extranjeras y otras que sean aprobadas. También se pretende el saneamiento de las cuentas en divisas de las entidades estatales; la aprobación de esquemas cerrados de financiamiento para los exportadores y el establecimiento del pago de aranceles en divisas a las importaciones del sector no estatal. De igual forma, se implementarán los cobros en divisas a los servicios portuarios y se aceptará el efectivo en divisas en determinados sectores y actividades, como el turismo.
Aunque Marrero Cruz aseguró que «la visión nuestra no es dolarizar la economía, todo lo contrario», lo que llamó «dolarización parcial» se asume como una vía para incrementar los niveles de divisa en este momento.
En su explicación a los diputados insistió en que «la empresa estatal socialista es el principal actor de la economía» y estas medidas están encaminadas a su «perfeccionamiento». No obstante, no se presentó la Ley de Empresas, que se viene posponiendo hace tiempo.
«Sobre los actores económicos no estatales –dijo–, ya casi hay 10 000 mipymes, más de 5 000 cooperativas en sentido general, pero de ellas solo 464 no agropecuarias».
Con relación al tope de los precios de seis productos alimentarios de alta demanda, decretado el pasado 8 de julio, dijo que «se han acometido acciones de control y enfrentamiento. Solo en dos días, 12 y 13 de julio, se detectaron 4 954 violaciones, por las que se aplicaron 4 332 multas, captándose por estas infracciones 13 millones de pesos».
Al referirse a las tiendas en moneda libremente convertible (MLC), el jefe de gobierno reconoció que esos productos tienen precios más caros que los que ofertan los privados, pero afirmó que es «injusto hacer ese análisis».
«Nuestras tiendas recaudadoras de divisas están enfrentadas a un escenario más complejo», dijo. «Tienen que ir a mercados más lejanos a comprar los recursos, a precios mayores por problemas con el pago a los proveedores, y no trabajan con el mercado ilegal de divisas sino con la tasa a 1 USD por 120 CUP».
En cuanto a la estrategia inversionista Marrero anunció que se gestionan proyectos que tributarán a la producción de cerdo, pollo, ganado vacuno y bufalino; frijoles, arroz, maíz, soya, café, carbón vegetal y productos agrícolas industrializados y sus derivados.
Otro de los elementos más llamativos estuvo relacionado con la sustitución de importaciones, sobre todo en materia de alimentos: «Vamos a llegar al productor de arroz a pagar en dólares una parte de esa producción. Nos va a ser mucho más económico que importar arroz desde Asia y eso va a permitir que se compren los insumos», afirmó sin especificar cuándo se tomaría esta acción y bajo qué precios se pagaría.
También anunció la decisión de eliminar el autorizo para importar a 24 de las 73 empresas aprobadas para brindarle este servicio a las Formas de Gestión no Estatales, presuntamente por bajos niveles de actividad y mal funcionamiento.
Esto significa que la política oficial de «orden» y «control» ha sido dirigida hacia los actores económicos no estatales que, a pesar de las fallas que puedan presentar en su actividad, son quienes cubren vacíos en la sociedad cubana que el Estado se ha mostrado incapaz de llenar, como la oferta de productos alimentarios.
Como ya es habitual, varios economistas se pronunciaron respecto a la intervención del primer ministro sobre asuntos económicos en el Parlamento.
En entrevista reciente para LJC, Omar Everleny afirmó: «Lo que sí está claro que es muy difícil salir adelante con esos divorcios entre tas