LA HABANA, Cuba. – A dos años de permitida su creación, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) han demostrado más éxito que las ineficientes empresas estatales, mayoritarias en Cuba. Por tanto, hay que cortarles las alas para que no continúen creciendo. Las autoridades enarbolan que ya existen más de 11.000, como si fuera una gran apertura, y subrayan que no tienen ninguna cruzada contra las formas de gestión no estatal.
Seis decretos-leyes para las mipymes se aprobarán en la Asamblea Nacional del Poder Popular durante sus sesiones el 17 de julio. Los controles serán muy detallados, para “corregir distorsiones y ordenar la actividad, de manera que se actúe coherentemente y que su aporte sea un verdadero complemento a la económica nacional”, definió el primer ministro, Manuel Marrero, en la sesión extraordinaria del Consejo de Ministros del pasado 10 de julio.
Según Marrero, “no se trata de prohibir o dar un paso atrás; esto es regular, es acompañar, conducir, controlar”, dijo. También precisó que había que actualizar otras normas específicas de diferentes organismos. A fin de ejercer mayores presiones políticas se adoptará el decreto para la creación del Instituto Nacional de Actores Económicos No Estatales, en tanto la sindicalización parece que no ha tenido mucha aceptación.
Las autoridades cubanas deberían estar agradecidas a las mipymes por las importaciones de pollo de Estados Unidos, harina de trigo para producir el pan de la cuota diaria, otros alimentos, equipos y piezas de repuesto. Sin embargo, el Gobierno puso tope a los precios de pollo troceado, aceite comestible,