Por Emmanuel Haddad
George Tekle, exconductor de taxi, se dedicó durante la crisis a cultivar la tierra en su ciudad natal, Majdel Meouch, ubicada en la región de Chouf. “Necesitaba llegar a fin de mes”, le dijo a L’Orient-Le Jour. Pero el aumento de los costos de los fertilizantes importados afectó su presupuesto.
Afortunadamente, un día se encontró con un grupo de jóvenes apasionados por la agroecología. Estas personas formaban parte de una ONG llamada Jibal, que dirige un programa de apoyo para los agricultores que están en proceso de transición hacia la agroecología. El programa aprovecha los fondos de emergencia enviados tras la explosión de 2,750 toneladas de nitrato de amonio que ocurrió en el puerto de Beirut en 2020. Con la ayuda de Jibal, Tekle revitalizó la cooperativa local del pueblo. Otros tres agricultores también adoptaron el método integrado y redujeron su uso de pesticidas al mínimo.
“Mi perejil prospera únicamente con agua del río Damour”, dijo Tekle mientras entregaba a un cliente cuatro manojos frescos en Nation Station en Geitawi, Beirut, donde vende sus productos. Nation Station es una antigua estación de gasolina transformada en una cocina solidaria tras la explosión del puerto de Beirut en 2020.
“La crisis presentó una oportunidad”, explicó Jad Awada, uno de los miembros del equipo de Jibal y exejecutivo de la firma de auditoría Deloitte. “Después de la explosión, un policía me disparó en la cara durante una manifestación”, le dijo a L’Orient-Le Jour en las oficinas de al-Beit al-Aam (“La casa común”) en Ashrafieh. Al-Beit al-Aam alberga diversas iniciativas y cooperativas. “Renuncié de la noche a la mañana. Trabajar para el sistema que causó la crisis ya no tenía sentido para mí”.
Actualmente, Jibal capacita a aproximadamente 15 agricultores en técnicas de agroecología y establecimiento de cooperativas y los ayuda a ingresar a nuevos mercados. Varios agricultores, incluyendo a Hadi Awada, el hermano de Jad, ya han adoptado las ventajas de la agricultura sostenible. Hadi inició una granja de lombrices. Desafortunadamente, enfrenta interrupciones debido al conflicto en curso entre Hezbolá, un partido político musulmán chiita y grupo militante con base en el Líbano, y el ejército israelí en la frontera sur.
Aquellos que han adoptado la agricultura sostenible actualmente se encuentran en un dilema. Para acceder al mercado orgánico, que sigue siendo un nicho, deben obtener certificación de organizaciones como Libancert o el Instituto Mediterráneo de Certificación (IMC), lo cual lleva varios años. De lo contrario, venden sus productos a precios reducidos en el mercado mayorista. Por eso necesitan una alternativa: “Establecimos el ‘mercado de cosechadores’ en Nation Station [en Geitawi] el año pasado para mejorar la accesibilidad a la agroecología y proporcionar una plataforma para los productores en transición”, dijo Awada.
Creando un ecosistema autosostenible
Sin embargo, ¿cómo se puede proporcionar comida de calidad a precios asequibles sin subsidios públicos? Karim Hakim, miembro de una tienda de comestibles cooperativa en el vecindario de Basta en Beirut, cree haber resuelto este aparentemente imposible rompecabezas a través de la tienda de comestibles Dikken al-Mazraa.
La tienda cuenta con puestos que venden coles de Tekle, productos de limpieza naturales y productos de mouneh caseros (alimentos secos o conservados) de 40 productores libaneses comprometidos con prácticas agrícolas sostenibles. La tienda también tiene una característica única. “Cuando los clientes se registran con nosotros, pueden llenar un cuestionario que nos permite evaluar su capacidad y ajustar el precio de los productos según su categoría social”, explica Hakim. “Para mantenernos a flote, hemos introducido canastas de alimentos en Nation Station en colaboración con la asociación Mada”, dijo Hakim.
“Estamos explorando fuentes de ingresos adicionales, como talleres y servicios de catering”. “Además, estamos contemplando iniciativas de reparto de costos con emprendimientos afines”, agregó.
Aunque Hakim reconoce que la tienda de comestibles Dikken al-Mazraa aún no ha descubierto el modelo ideal en los últimos tres años, Layal Boustani, directora de Mada, cree que la supervivencia de estos actores emergentes depende de su capacidad para establecer un ecosistema autónomo. Su sitio web indica que Mada es una ONG libanesa que tiene como objetivo reforzar la relación entre las comunidades locales y su entorno natural.
“Estamos desarrollando un proyecto para un modelo agrícola alternativo que empoderará a alrededor de una docena de iniciativas similares para interactuar directamente con 20 agricultores, con el objetivo de agrupar los costos de t