La investigadora venezolana, Anabel Díaz Aché, actual directora de Cultura Decolonial de la cancillería venezolana considera que su país está en “una situación de superación de la hiperpolarización tóxica”. Foto: Mate Amargo.
El próximo 28 de julio Venezuela acudirá a las urnas para elecciones nacionales con la participación de diez candidatos de diferentes partidos, entre ellos el actual presidente Nicolás Maduro. Desde hace meses las matrices mediáticas internacionales apuntan a resaltar un proceso ilegítimo, sin apoyo popular y donde peligra la democracia del país y del orbe.
Recientemente- convocado por el Consejo Nacional Electoral- Venezuela realizó un simulacro electoral con el fin de verificar el funcionamiento de las máquinas de votación, el sistema electoral, calcular el tiempo de cada elector para ejercer el voto y que las personas se familiaricen con el proceso, así como con la oferta electoral; y evaluar aspectos técnicos como el tiempo de respuesta en caso de algún tipo de inconveniente.
De acuerdo con información pública, este ensayo transcurrió de manera normal y para su desarrollo se habilitaron 1 174 centros de votación, en los que hay 3 006 mesas, y en las que podrán participar las 21 392 464 personas que están en el registro electoral. El simulacro estuvo acompañado por representantes del Centro Carter, el panel de expertos de Naciones Unidas y miembros de la CELAC que llegaron al país para participar como observadores internacionales en el proceso.
Sin embargo, ante los miles de contenidos mediáticos producidos sobre el tema, las elecciones venezolanas trascienden casi como un suceso de máxima peligrosidad. ¿Casualidad, mala suerte, certeza o fabricación intencionada? Es tal la algarabía que recuerda aquel cuento de la infancia: ¡Ayyyyyyy… qué viene el lobo!
La investigadora venezolana, Anabel Díaz Aché, actual directora de Cultura Decolonial de la cancillería venezolana considera que su país está en “una situación de superación de la hiperpolarización tóxica. Tenemos un concepto nacional de paz, que además ha pasado nuestras fronteras. Nosotros logramos conjuntamente con Colombia que la paz reine en Venezuela y en Colombia. Eso garantiza la paz continental. El pueblo venezolano quiere paz y quiere ir a las elecciones en paz y que se le respete.” La estudiosa afirma que los sujetos que lideran las intenciones de voto en Venezuela son las mujeres mayores de 40 años, que ejercen el liderazgo en sus comunidades como jefas de calle y son quienes están movilizando al pueblo.
Maribel Acosta Damas- Recientemente la cancillería y el gobierno bolivariano han denunciado la implicación del gobierno de Argentina en intentar sabotear las elecciones venezolanas convocadas para julio próximo. ¿Se trata de un hecho puntual o va más allá?
Anabel Díaz- Evidentemente hay una fuerte intención de crear matrices de opinión que van dirigidas a deslegitimar el sistema electoral venezolano con miras a deslegitimar los resultados y desconocerlos si no favorece a la derecha. Recordemos que la derecha venezolana tiene una larga data desde el golpe de estado del 2003 para acá contra el presidente Chávez primero y después contra el presidente Maduro. El último intento de golpe de Estado en el año 2019 fue ridículo porque no han podido fracturar la unidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Actualmente estamos en una coyuntura de agresiones a nuestra economía, dirigidas a intentar castigar colectivamente al pueblo venezolano para que vote en contra de la Revolución Bolivariana, para que cambie su opción al voto y se vaya hacia la derecha, creyendo que con esto va a conquistar nuevamente la libertad económica que nos ha quitado Estados Unidos. Sin embargo, ante el esfuerzo del gobierno bolivariano y las alianzas estratégicas establecidas, que han permitido romper el bloqueo al que está expuesta la República, hoy tenemos una venta importante de petróleo y de otros productos. Recordemos que esta situación de bloqueo comienza en el año 2015 cuando Obama lanza ese decreto. Pero ha servido para que la economía venezolana se diversifique y se fortalezca el aparato productivo nacional.
De ahí que ante la casi imposibilidad de la derecha venezolana de ganar las elecciones, su intención es deslegitimarlas para que un conjunto de naciones, llámese fundamentalmente Unión Europea y los Estados Unidos, con un posible Trump nuevamente en la presidencia, intenten sabotear los resultados y desconocer el nuevo mandato para el que será evidentemente reelecto el presidente Nicolás Maduro, y con esto desconocer la voluntad del pueblo venezolano y la autodeterminación que tenemos como pueblo de elegir nuestro camino. Piensan que les podría servir de excusa para todo este escenario de guerra, las bases militares que han montado en la Guayana Esquiva y en conjunto con el gobierno entreguista y sumiso de la República Cooperativa de Guyana, intentar socavar la soberanía y la integridad territorial de la República Bolivariana de Venezuela.
Maribel Acosta Damas- ¿Cuál es la situación real de Venezuela de cara a las elecciones, hacia lo interno del país?
Anabel Díaz- Venezuela está fortalecida como proyecto nacional. Nos montaron una operación de corrupción muy parecida a la que le montaron al Partido de los Trabajadores de Brasil con Odebrecht, donde como sabemos estuvieron involucrados algunos altos mandos de la Revolución en acto de traición a la patria. Esto ha significado decantar nuestras filas que, con la claridad, sinceridad y la lucha anticorrupción del Gobierno y del presidente Nicolás Maduro, ha terminado fortaleciendo al chavismo.
Otra maniobra de la derecha para intentar asustarnos, ha sido la campaña por la supuesta no habilitación de la señora María Corina Machado, que se presenta ante el mundo como candidata, cosa que no lo es porque eso violaría la Constitución. Nos han amenazado con movimientos del Comando Sur en la frontera venezolana en el Caribe en intentos de persuadir al pueblo venezolano y al mundo de que no se ganaría el referéndu