«Idiota, vira para Cuba», «Respeta al Ecuador», «Se queja en un país con libertad de expresión, pero la mísera despreciable no se opone al gobierno comunista de Cuba». Estos fueron algunos de los comentarios que recibió la periodista cubana residente en Ecuador, Alondra Santiago, tras publicar una reinterpretación del himno ecuatoriano en sus redes sociales.
Tras quejas, manifestaciones en el espacio público y mucho odio en redes sociales, Alondra recibió la notificación, con fecha del 24 de junio de 2024, de que su visa había sido revocada. El documento expedido por el viceministro de movilidad humana del Ecuador, Alejandro Dávalos Dávalos, revoca el acto administrativo por el que se le había otorgado una visa indefinida a la periodista, sobre la base de que «ha cometido actos que atentan contra la seguridad pública y la estructura del Estado».
La revocatoria de visa se ampara en el artículo 68, número 3, de la Ley Orgánica de Movilidad Humana y el artículo 116, numeral 3, del reglamento de dicha ley. Alondra poseía la visa 9 IV indefinida, conocida como visa de amparo, que se concede por matrimonio o reunificación familiar.
Santiago radica en Ecuador desde los 13 años de edad. Es periodista, actriz y directora de cine y televisión. Su trabajo destaca por una postura política de izquierdas y aun siendo extranjera es sumamente reconocida en el campo periodístico ecuatoriano. Alondra tiene 33 años y ha vivido 20 en Ecuador.
En la mañana del viernes, 28 de junio, Alondra Santiago abandonó el país de manera voluntaria. Su abogado, Carlos Soria, publicó en sus cuentas de Twitter un vídeo donde Alondra se despide de Ecuador. También denuncia que se va porque no favorecerá la cortina de humo mediático que pretende levantar Noboa con su caso y porque peligra su vida y su salud.
Pero el debate en el caso de Alondra pasa por muchos puntos: la xenofobia, la fragilidad de ser migrante, el derecho de los migrantes a desenvolverse profesionalmente y opinar acerca de las realidades políticas que los atraviesan en sus países de acogida y, por supuesto, la censura a la libertad de expresión y el autoritarismo que vive Ecuador bajo el gobierno de Daniel Noboa.
Es noticia también en Ecuador la cancelación del programa periodístico «Los irreverentes» del canal RTU, que tras 17 meses haciendo duras críticas al gobierno salió del aire. En su perfil de Twitter, José Luis Cañizares, uno de los conductores dijo, refiriéndose a Daniel Noboa: «Cerró Los Irreverentes. Parece que las autoridades del nuevo país, las del cambio, no soportaron».
Además, en un Estado donde el periodismo supone alto riesgo. Noboa negó el presupuesto estatal al Mecanismo de protección de periodistas, que define medidas de prevención para salvaguardar el trabajo de la prensa. Dicho mecanismo es uno de los resultados del reglamento de la Ley Orgánica de Comunicación de 2022. Solo en 2023 seis reporteros tuvieron que exiliarse a otros países y tres tuvieron que ser reubicados en diferentes ciudades. En 2022, tres periodistas fueron asesinados, según informa el medio ecuatoriano GK City.
La escalada de la censura en Ecuador ha sido denunciada por organizaciones de la sociedad civil como Fundamedios y Periodistas sin Cadenas. No es casual que «Los Irreverentes» entrevistase a Noboa el 21 de junio de 2023 y realizase duras críticas a su gestión como asambleísta y su capacidad para ser presidente del país, teniendo en cuenta los escándalos de índole económica y familiar que le rodeaban.
Cuando vi por primera vez la reinterpretación del himno ecuatoriano de Alondra, no pude dejar de pensar en el caso del cubano Luis Manuel Otero Alcántara, juzgado y encarcelado por emplear la bandera cubana en un performance. La gravedad en el caso de la periodista cubana radica en que las razones de la negación de su visa permanecen en un expediente «secreto». No se le notificó siquiera de que había un proceso en su contra y aún no conoce las razones concretas de su deportación.
¡Salve, oh patria!
Hace rato no h