“¿Y qué más vas a escribir sobre Miñoso?”
Con esa pregunta, un amigo me puso a pensar. Justo le había comentado que estaba inmerso en la producción de una columna sobre los peloteros cubanos en la historia de las Medias Blancas de Chicago, franquicia que, ciertamente, no puede omitir entre sus estrellas más relumbrantes el nombre de Saturnino Orestes Armas Miñoso o lo que es lo mismo, el gran “Mr. White Sox”.
Al principio quedé en shock, porque mucho se ha escrito sobre Miñoso y su legado en el béisbol, especialmente por sus gloriosas etapas con la novena del sur de Chicago, donde debutó el 1 de mayo de 1951. A partir de ese momento, tejió un estelar recorrido de 12 temporadas con los White Sox, en las que consiguió 1523 imparables, 260 dobles, 79 triples, 135 jonrones, 808 impulsadas, 171 bases robadas y 231 boletos más que ponches (658 por 427).
“El Cometa Cubano”, como también le conocían, dejó una espectacular línea ofensiva (Average/Promedio de embasado/Slugging/OPS) de .304/.397/.468/.865 en más de 1300 partidos y casi 6000 viajes al plato con Chicago. Pocos bateadores llegaron a su nivel en la década del 50 del siglo pasado, período en el que brilló a la altura de las máximas estrellas del juego.
Basta decir que en esos años solo 5 jugadores sumaron más de 3000 comparecencias al plato con average superior a .300 y promedio de embasado por encima de .400: Mickey Mantle, Ted Williams, Stan Musial, Jackie Robinson y el mismísimo Miñoso, que incluyo su nombre junto a grandes leyendas del béisbol en Estados Unidos.
Pero más allá de los números, no se puede olvidar el legado de Miñoso como el primer latinoamericano negro en debutar en las Grandes Ligas en 1949, siguiendo la estela del mítico Jackie Robinson, pionero en 1947. Este hecho encumbró todavía más al antillano, quien a pesar de todos sus logros y su historial tardó años en ser exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown.
Entonces, ¿qué decir de Miñoso que no se haya escrito ya? Pues se me ocurrió buscar lo que otras estrellas del béisbol han hablado sobre “Mr. White Sox”. Entre esas voces autorizadas tenemos a Ted Williams, Tany Pérez, Satchel Paige, Aalexei Ramírez, Orlando Cepeda o Barack Obama, además de algunos catedráticos del deporte de las bolas y los strikes en Estados Unidos.
* Ted Williams: “Siempre que hablemos de bateo, alguien me preguntará si alguna vez habrá otro bateador de .400 en las Ligas Mayores. De todos los llamados sluggers el único que se me ocurre que realmente califica en todos los aspectos es Minnie Miñoso.”
* Orlando Cepeda: “Orestes Miñoso fue el Jackie Robinson para todos los latinos, la primera estrella que abrió las puertas a todos los peloteros latinoamericanos. Era el héroe de todos. Yo quería ser Miñoso. (Roberto) Clemente quería ser Miñoso.”
* Barack Obama: “Es posible que el Salón de la Fama del Béisbol haya pasado por alto a Minnie durante su vida, pero para mí y para generaciones de jóvenes negros y latinos, la historia esencialmente estadounidense de Minnie encarna mucho más de lo que una placa podría jamás representar.”
* Alexei Ramírez: “Estoy muy feliz de que reciba este honor (la exaltación a Cooperstown). Hubiera preferido que sucediera cuando él estaba vivo. Hubiera sido mucho mejor. Pero no pasó. Sé que ahora mismo probablemente esté feliz con solo ver esto. Así era. Siempre estaba animando a todos, no sólo a los jugadores cubanos, sino a todos en el clubhouse. Definitivamente eso es lo que más recuerdo. Simplemente la felicidad que llevaba consigo y que compartía con todos.”
* Satchel Paige: “Lo califico como el número 1. He estado en el béisbol durante unos 23 años, y si hay algo que sé reconocer es a un gran jugador cuando lo veo. Él es el más rápido. Ese hombre es rápido como un rayo. Es un bateador que puede conseguir cualquier cosa. Hay que mantenerle alejada la pelota.”
* Tany Pérez: “Lo vi practicar. Para mí, eso fue genial. Estuve allí en el mismo clubhouse que él. Lo único que podría ser mejor es que su placa estuviera en la misma habitación que la mía en Cooperstown.”
* Adrián Burgos Jr. (profesor de la Universidad de Illinois): “Cuando piensas en los latinos en el béisbol, eso comienza con Minnie Miñoso, en términos de integración. Minnie Miñoso fue literalmente el puente entre la era de la segregación y la integración.”
Estas sentencias nos ofrecen una perspectiva única del impacto de Orestes Miñoso en la historia del béisbol, específicamente en la ciudad de Chicago y en los White Sox, organización que siempre ha tenido predilección por los peloteros cubanos. Precisamente, para descubrir un poco más sobre las aventuras de los antillanos en esta escuadra, “El primero y el último” se acerca hoy a las hazañas, los triunfos, las derrotas, los sinsabores, las decepciones, los récords, las marcas y las curiosidades de los 25 jugadores que han militado en la franquicia.
El primero
En 1922, hace poco más de un siglo, por primera vez un pelotero cubano vistió la casaca de los Chicago White Sox. En aquel momento, todavía el equipo no se había recuperado del todo tras el escándalo de las Medias Negras en la Serie Mundial 1919. La venta de juegos y las apuestas en un escenario decisivo mancharon el prestigio de la franquicia y del béisbol en sentido general.
En medio de ese escenario tormentoso llegó a la novena del sur de Chicago el lanzador José Acosta, co