En “La Rufina” de Cacocum, el joven Arnel Hernández Escobar, campesino asociado a la CCS Niceto Pérez y productor, materializa sus sueños de ser un gran ganadero, actividad a la que se dedica desde hace casi año y medio, con resultados alentadores.
Si bien Arnelito, como le conocen sus allegados, desde siempre ha vivido en el poblado de “Cristino Naranjo”, nunca se apartó de sus raíces campesinas, pues cada vez que podía se iba con sus abuelos junto a sus tíos y primos, a saborear el placer que le produce la tierra y, fundamentalmente, los animales.
“Ya cuando entré a la Universidad en la carrera de Ingeniería Agrónoma, entonces debatía con mis primos sobre las plagas y otros temas, y practicaba en sus tierras mis conocimientos. Sembraba con ellos hortalizas, viandas, granos…
¿Pero tú querías aplicar lo que habías estudiado?
Yo realmente quería ser ganadero. A mí siempre me gustó la agronomía, pero de la parte agropecuaria lo que más me atrae es la ganadería. De pequeño tenía conejos, ovejos, puercos y caballo. Todo eso en el patio de mi casa en “Cristino”. Cuando salía de la escuela les buscaba hierbas”.
Así empieza a narrar su historia Arnelito, la joven promesa de la familia ganadera holguinera y de la Anap en este territorio, cuyos pasos en estas lides tienen la huella de los más expertos, la ayuda de la organización que lo representa y la perseverancia del muchacho.
Entonces, ¿cómo llegaste ahí?
“Empecé por solicitar tierra. Visité áreas ociosas, perdidas de marabú, y me decían que las iban a limpiar porque sembrarían caña. Al ver que no había acción me personé en todas las instancias del Partido, Gobierno y la Agricultura y a darle seguimiento hasta que me las dieron. Las leyes nuevas sobre la tierra dicen que cuando está ociosa más de seis meses hay que entregarla en usufructo.Y esa que yo quería llevaba alrededor de diez años sin utilizarse.
“Dos caballerías, que son 26.84 hectáreas, es bastante, un terreno grande e infectado de marabú pesado que tuvimos que limpiar. Picamos primero esa malezapor donde iba la cerca perimetral, así que hicimos como una trocha y ese mismo marabú fue el que utilizamos como la cerca del potrero. Lo apilamos en lomas de alrededor