La gente camina por una calle inundada de El dorado do Sul, Rio Grande do Sul, Brasil, el 9 de mayo de 2024. Foto: AFP.
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva prometió unos 10 000 millones de dólares para reconstruir Rio Grande do Sul, donde se intensificó el jueves la entrega de ayuda humanitaria para socorrer a la población sin vivienda, electricidad ni agua tras las históricas inundaciones.
Al menos 107 personas fallecieron, 754 fueron heridas y 134 están desaparecidas más de una semana después de que los ríos se desbordaran por las lluvias torrenciales en el estado sureño, informó la Defensa Civil.
Más de 1.7 millones de personas quedaron afectadas, unas 327 000 fueron desalojadas y más de 60 000 viviendas quedaron dañadas por la catástrofe, que expertos y el Gobierno brasileño vinculan al cambio climático.
Las inundaciones arrasaron también con la economía de ese estado agropecuario, y el gobernador Eduardo Leite dijo el fin de semana que se necesitaría “un plan Marshall” de reconstrucción.
Créditos para trabajadores y empresas
Ante la magnitud de los desastres, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva reunió el jueves a sus ministros en Brasilia para discutir políticas públicas y anunciar unos 10 000 millones de dólares para la reconstrucción.
El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, prometió una “inyección de recursos del orden de 50 000 millones de reales”. El paquete de medidas contempla principalmente la entrega de créditos para ayudar a trabajadores, empresas y municipios afectados.
“Veremos el tamaño de los problemas cuando el agua baje y los ríos vuelvan a la normalidad”, dijo Lula.
“Mucha gente perdió mucho y tenemos que tene