LA HABANA, Cuba. – “Yo lo que quiero es que él [Miguel Díaz-Canel] venga a mi casa y haga el cálculo en mi cara, para ver si yo entiendo su matemática. Ni él, ni sus asesores, saben qué cosa es el 70%”, critica Niurka Valdivieso, técnica A en Recursos Humanos y mensajera de un restaurante particular los fines de semana y días feriados. Madre de una niña en edad escolar, hace aproximadamente un año tuvo que buscar un segundo empleo porque su salario de 3.410 pesos se fue encogiendo en la medida que avanzaba la inflación, hasta que solo alcanzó para comprar un paquete de pollo de 10 libras, cuyo precio actual oscila entre 3.200 y 3.800 pesos.
A mediados de marzo, el gobernante Miguel Díaz-Canel reconoció públicamente que los cubanos gastaban más del 70% del salario en comida. Lo dijo como si de verdad creyera que del sueldo estatal sobra algo para cubrir otras necesidades, o una emergencia. Desde esa fecha hasta la primera semana de mayo, CubaNet entrevistó a varias madres, sobre las cuales recae prácticamente todo el peso de la economía doméstica y el estrés de gestionarla.
“Hoy el dólar amaneció en 385 pesos. Eso significa que mi salario bajó a menos de nueve dólares. El paquete de pollo que no hace un mes pagué en 3.300 pesos, hoy cuesta 3.600. El 70% de mi salario es 2.387 pesos, no me alcanza ni para un cartón de huevos; así que Díaz-Canel no sabe de qué está hablando, o lo sabe muy bien, pero le da lo mismo inventarse barbaridades porque no pasa nada”, sentenció la mujer, que con su salario estatal y lo que gana como mensajera puede llegar a 10.000 o 12.000 pesos mensuales.
Niurka no deja de trabajar para el Estado porque no ve muy claro el futuro de las mipymes en medio del alza de las divisas. Muchas están cerrando, aunque el Gobierno solo da cuenta, con bombo y platillo, de las que han sido aprobadas recientemente.
El negocio donde trabaja recibe menos público desde que subieron los precios. Hace unos meses los clientes preferían ordenar a domicilio para ahorrarse el gasto en transporte, bebidas y el 10 por ciento sobre el consumo. Actualmente disminuyen los pedidos, lo que afecta la ganancia de los mensajeros.
“Este trabajo lo hago por la izquierda, el dueño puede prescindir de mí en cualquier momento. Ya se han ido unos cuantos porque el consumo ha bajado tanto que bastamos dos