La Habana, 1 may.- Cuba celebró el Primero de Mayo sin la acostumbrada gran marcha en la Plaza de la Revolución y en un complejo contexto económico de galopante inflación, aumento de los precios, deterioro del poder adquisitivo de los salarios, escasas ofertas y reducidos niveles productivos.
La capital cubana tuvo como escenario del festejo por el Día Internacional de los trabajadores a la Tribuna Antiimperialista situada frente a la embajada de Estados Unidos y la presencia del general de ejército y expresidente cubano Raúl Castro, junto al actual mandatario Miguel Díaz-Canel.
Se estima que se reunieron 200 000 personas de los cinco municipios céntricos de La Habana, mientras que los 10 restantes organizaron diversas actividades en sus territorios.
“Estamos cambiando el escenario patriótico para dar una concentración adecuada a las características del escenario económico y social que tiene hoy el país”, argumentó la víspera en la televisión Alfredo Vázquez, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en La Habana.
Acto en la Tribuna Antiimperialista
En el acto central, el secretario general de la CTC, Ulises Guilarte, señaló: “millones de cubanos a lo largo y ancho de la geografía nacional demuestran una vez más, en combativas y coloridas movilizaciones, que seguimos firmes y unidos entorno a nuestra gloriosa revolución socialista, defendiendo sus ideales de independencia soberanía y justicia social cubanas”.
Guilarte se refirió al impacto del bloqueo, que “limita el acceso a insumos y materias primas destinados a nuestro plantel industria presiona a instituciones bancarias y compañías de todo el mundo interesadas en el intercambio comercial y la inversión extranjera”.
Los efectos de la política estadounidense “afectan de manera constante a nuestros trabajadores en su vida familiar, pero también en el cumplimiento de su labor en los ámbitos d