AREQUIPA, Perú – Los televidentes cubanos todavía recuerdan a Manuel Porto por sus papeles en aventuras como El halcón o El águila, y en series dramáticas como La frontera del deber, Algo más que soñar o Cuando el agua regresa a la tierra. Fue el artista uno de los rostros más queridos y loados de la televisión y el cine en la Isla.
En varias ocasiones Porto contó que él quería ser militar, de manera que la actuación fue un accidente afortunado que llegó cuando tenía 18 años. Entonces estaba en el servicio militar en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y formaba parte de un Movimiento de Artistas Aficionados, donde interpretó suprimera obra: La Falsa Justicia del Señor.
Todo lo que comenzó como un juego y un pretexto para salir de la unidad militar con más frecuencia, llegó a convertirse en una prolífica carrera en los medios.
En 1968, aún integraba dicho movimiento, y el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) realiza una convocatoria nacional y selecciona a seis actores, entre ellos a Porto y comienza a desempeñar pequeños papeles, mayoritariamente de extra, en programas de la televisión, hasta que al licenciarse del ejército al año siguiente, con tan solo 20 años es contratado y comienza a laborar en ese instituto.
Fueron Raquel Revuelta, Verónica Lynn, Reynaldo Miravalles