—¿Qué es el trabajo voluntario? dices mientras clavas…
—¿Gustavo Adolfo escribía poesía sin remuneración?
—Ah, no sé. Pero a nosotros nos clavan cada vez que nos convocan a uno.
—Te digo como en las pruebas de secundaria: fundamente su respuesta.
—¿No te da esa impresión cuando llegas a una «jornada secundaria» y te encuentras a cientos de gentes apilonadas en los surcos, machucando las matas por doquier, haciendo como que trabajan mientras miran al infinito rezando por que acaben de traer la merienda, los dirigentes hagan su discurso y te entreguen el diploma o el bono que nada aportarán a tu jubilación?
—Yo te aseguro que este domingo fue «especial domingo, la vida se colmó de actividad». Asistieron a él «desde horas muy tempranas, apenas despuntando el alba, más de un centenar de trabajadores de las dependencias del Partido y de su unidad empresarial».
—Bastante pocas personas si tomamos en cuenta que dependientes del Partido somos todos. La frase agregada a la carta magna no creo sea involuntaria.
—Si está ahí es porque una fuerza superior la puso «por el bien propio y el de los demás». Vaya, como el trabajo voluntario.
—Que se hace por el bien de algunos que están de más.
—Es «el mejor de los escenarios para saludar el Primero de Mayo».
—Con «el mejor de los esce