El Centro de Investigaciones del Níquel, capitán Alberto Fernández Montes de Oca (CEDINIQ), de Moa, es de las empresas estatales cubanas resilientes, y emplean como brújula los métodos científicos que no suelen fallar.
Desde su fundación (hace casi 40 años) esta institución ha sido un elemento vital en la producción del níquel. Su colectivo fue reconocido, por segunda vez consecutiva, con la bandera de Colectivo Vanguardia Nacional, que concede la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
El trabajo de CEDINIQ
El Centro de Investigaciones del Níquel (Cediniq) “Capitán Alberto Fernández Montes de Oca”, de Moa, elabora pigmentos de diferentes coloresa través de desechos del cobalto, y los proporciona a Cerámica Blanca.
El CEDINIQ inició su labor el 23 de octubre de 1986, ante la necesidad de contarse con una instalación que pudiera dedicarse a la investigación para el desarrollo sostenible de la producción del mineral.
¨Lo primero que se construyó en la empresa fue una planta piloto -con fondo de la Organización de las Naciones Unidas y el Estado cubano- para modelar o simular el proceso tecnológico de la fábrica de níquel Comandante Ernesto Guevara. “En CEDINIQ se realizaron las primeras corridas experimentales para probar los minerales que la planta piloto de esta fábrica no procesaba.¨ comenta Ester Rodríguez Castillo, directora general.
“Allí se suceden los diferentes pasos del proceso: trituración y secado, almacenamiento, reducción, lixiviación, lavado, precipitación de cobalto y suministros auxiliares”.
En términos simples, esta empresa es una versión a pequeña escala de la fábrica productora de níquel más cobalto, lo cual no le resta importancia ya que aquí es donde se hacen las pruebas que indican si proceder o no. Por ejemplo, aquí se hicieron las pruebas que permitieron realizar las modificaciones pertinentes a la “Ernesto Guevara”, para que pudiera ejecutar su proyecto.
Desde su fundación se ha caracterizado por u