LA HABANA, Cuba.- Se acabaron los cuartos de final de Champions League. El rey de reyes del certamen, Real Madrid, dispuso del monarca en ejercicio; el Bayern de Munich liquidó al otro inglés en competencia; y previamente Dortmund y PSG habían expulsado a los también españoles Atlético y Barça. De modo que la menospreciada Bundesliga tendrá a la mitad de los semifinalistas de este año.
Dicho lo dicho, pasemos revista.
PSG vs BARCELONA
10 de abril, Parc des Princes: 2-3
16 de abril, Estadio Olímpico de Montjuic: 1-4
La vida da más vueltas que los trompos. En 2017, durante su última temporada en el banquillo azulgrana, Luis Enrique dirigió un Barcelona que le remontó épicamente al PSG la eliminatoria de octavos de final. Siete años después, en su primer curso al frente de los parisinos, el técnico asturiano acaba de comandarlos para venir de atrás a costa de su viejo equipo, ahora abocado a una campaña estéril.
Y eso que los pronósticos eran desfavorables. Los hombres de Xavi Hernández no perdían desde el 27 de enero (diez triunfos y tres empates), y salieron a sus predios de Montjuic amparados en el entusiasmo generalizado y la ventaja de haber ganado el intercambio de golpes de la ida. Encima, se pusieron delante en el minuto 12 gracias a una acción individual del geniecillo Lamine. Parecían alegremente acomodados en el tren de los orgasmos.
Pero no. La discutida (y discutible) expulsión de Araújo a la media hora de partido decretó el fin del optimismo y la llegada, en grandes olas frías, de los nervios.
Cierto: Barcola, que era último hombre, dramatizó en modo Dustin Hoffman dejándose caer no bien sintió la yema de los dedos del charrúa. Cierto: el joven extremo ni siquiera entraba al área por la zona frontal. Pero cierto es, también, que Araújo fue imprudente al tratar de frenarlo a sabiendas de que el Barça iba dos goles por delante en el dual meet. Más inteligente que arriesgarse a dejar con diez al grupo habría sido rezar para que Ter Stegen abortara aquel ataque.
A partir de ese instante, el PSG —que se había mostrado mejor en igualdad numérica— mandó mucho más desde la superioridad. El silbado “Mosquito” Dembelé volvió a darse placer con otro aguijonazo en la mano que lo alimentaba, Vitinha repitió la dosis del choque en el Parque de los Príncipes, y un penal irresponsable de Cancelo -espantoso en los dos compromisos- derivó en el implacable cobro de Mbappé. La historia estaba escrita, pero “Donatello”, siempre autoritario, puso al rato el clavo final del ataúd.
Así, los galos siguen soñando con regresar a la instancia decisiva (perdieron en 2020 frente al Bayern), mientras los catalanes deberán postergar su sexta Orejona un año más. Con este ya van nueve de abstinencia.
BORUSSIA DORTMUND vs ATLÉTICO MADRID
10 de abril, Estadio Cívitas Metropolitano: 2-1
16 de abril, Signal Iduna Park: 4-2
Como al Barcelona, a los colchoneros les pasó una factura terrible el mal encuentro de uno de sus laterales. Nahuel Molina, campeón del mundo en Qatar, se presentó en el césped de Alema