La alimentación es uno de los elementos más importantes durante la estancia de una persona en el hospital. La alimentación adecuada facilita la recuperación del paciente y, en la mayoría de los casos, evita la Desnutrición Relacionada con la Enfermedad (DRE) que puede derivar en otras complicaciones y estancias hospitalarias prolongadas.
La calidad de los alimentos en las instituciones de Salud cubanas es precaria, tanto para los pacientes como para los trabajadores. Muchas familias con ingresos monetarios que lo permiten optan por alimentar a sus allegados con comida que elaboran en casa. Pero no es una posibilidad para todos, dado el costo de los alimentos y la dificultad logística de desplazarse al hospital en cada turno de comida con la crisis del transporte en la isla. La alternativa familiar, además, no siempre garantiza la dieta que requiere el paciente, una responsabilidad que corresponde a la institución de Salud.
El Reglamento de Salud Pública para internos y acompañantes en instituciones hospitalarias indica que los pacientes tienen el derecho de «recibir los medios que garanticen su higiene personal, ropa, lencería y medios necesarios para su alimentación». El documento no descarta la posibilidad del autoabastecimiento al informar el horario de visitas y las disposiciones vigentes en relación con la entrada de alimentos.
Entre agosto y noviembre de 2023, Food Monitor Program (FMP) entrevistó alrededor de 45 cubanos que pasaron estancias hospitalarias sobre las condiciones de la alimentación. Entre las tendencias identificadas resalta que casi la totalidad de los ingresados no consumieron la comida de la institución, sino que se alimentaron de lo que sus familias llevaron cada día.
Para mantener las dietas necesarias para la recuperación, varios pacientes dependieron de familiares en el extranjero que les enviaron alimentos más nutritivos y variados que no encontraron en sus lugares de residencia.
Denuncias en redes sociales
En 2023 fueron visibles en redes sociales las denuncias de pacientes sobre la penosa calidad de los alimentos que recibieron durante sus convalecencias hospitalarias. Las quejas, en su mayoría, no se referían a las restricciones de las dietas hospitalarias (dieta líquida, dieta blanda, semiblanda), sino a la «imposibilidad humana» de ingerirla por resultar repulsiva, insípida o mal cocinada.
En junio de 2023, los familiares de una mujer embarazada denunciaron la precaria alimentación que recibió en el Hospital General Universitario Dr. Enrique Cabrera, en La Habana. En septiembre, la familia de un paciente del Hospital Municipal Docente Iluminado Rodríguez (Jagüey Grande) realizó una denuncia pública similar: «La comida de un enfermo (…), plátano sin sal y agua hervida, sin una gota de aceite, es una falta de respeto para una persona que está ingresada darle como alimento eso».
Testimonios similares podían leerse un año antes. Una internauta denunció en agosto de 2022 que en el Hospital Provincial Gineco-Obstétrico Mariana Grajales, en Villa Clara, una embarazada con bajo peso recibió arroz, media lasca de jamonada y sopa «con cuestionable calidad». La cubana reclamó la ausencia de cualquier tipo de hortalizas, vegetales o frutas que eran necesarias debido a su estado.
En septiembre del 2023 se difundieron quejas sobre la condición de los pacientes de larga estadía del Hospital Psiquiátrico de Manzanillo, en Granma: «La mayoría presentan una delgadez extrema, desnutrición por falta de alimentación, están famélicos por el hambre que pasan a diario, se les marcan los huesos y el pellejito y tienen el abdomen abultado».
La lamentable precariedad de la alimentación de personas en situación de vulnerabilidad responde también al deterioro de la infraestructura necesaria para la preparación y cocción de los alimentos. En abril de 2023, los infantes ingresados en la sala de terapia intensiva del Hospital Pediátrico Octavio de la Concepción y la Pedraja, en Holguín, no recibieron los nutrientes en el estado correcto por un mal funcionamiento de la máquina procesadora. Una madre acompañante advirtió: «Las fórmulas para alimentar a nuestros hijos son envasadas en botellas de cerveza de cristal y la tapa es un pedazo de papel amarrado con una gasa».
Estudio de Food Monitor Program
Como parte de la indagación sobre el t