Teatro Coliseo, grabado del siglo XIX.
El teatro es una expresión artística que surgió en la antigüedad. Los investigadores ubican su génesis en Grecia en el siglo VI a.C. En sus inicios era parte de rituales religiosos y festivos en los que se les rendía culto a los dioses.
Gradualmente se le introdujeron actores que representaban diferentes personajes y situaciones.
Desde la antigua Grecia hasta nuestros días el teatro no ha dejado de crecer y la mayoría de las sociedades se han preocupado por su desarrollo y por contar con un espacio adecuado para su representación.
Teatro Coliseo
La condición portuaria de La Habana durante el periodo colonial atraía la presencia de múltiples visitantes, muchos de ellos artistas deseosos de exponer su arte a los habaneros y viajeros de tránsito. La primera obra teatral de la que se tiene referencia en La Habana se estrenó en 1598 y fue la comedia Los buenos en el cielo y los malos en el suelo. Esta se desarrolló en una barraca construida para la ocasión y sin las comodidades adecuadas para el público.
No fue hasta finales del siglo XVIII que la capital contó con un teatro propio.
Fue por iniciativa del Gobernador y Capitán General de Cuba, Felipe de Fonsdeviela y Ondeano, Marqués de la Torre, que se dieron los primeros pasos para la construcción de un teatro. Él provenía de la ilustrada corte del rey Carlos III y a su llegada trazó un plan de urbanización y modernización de La Habana.
Desde los inicios de su gestión se empeñó a la tarea y congregó para el 2 de julio de 1773 a los comerciantes más importantes y a las principales personalidades de la ciudad, con el objetivo de recaudar los fondos necesarios para la empresa.
Ese propio año comenzó la construcción, en las inmediaciones de la bahía; el inmueble sería de madera y mampostería, y se construyó bajo la dirección del arquitecto habanero