Foto de la autora.
En la vibrante década de los 80, un enigmático hombre avanza con determinación por los corredores del aeropuerto José Martí, agarrando un portafolio negro que resguarda sus secretos más preciados. Pronto se ve rodeado por agentes que exigen su identificación.
Al descubrir su nombre, la sorpresa invade sus rostros: se percatan de que podrían estar frente al buscado narcotraficante colombiano Pablo Escobar. Se equivocan, sí es Pablo, pero uno muy cubano, que con una sonrisa aclara, una vez más, la situación.
Cuatro décadas tras aquellos eventos, tengo la oportunidad de entrevistar al protagonista de esta historia, un ingeniero mecánico residente en el Distrito Lenin, cuya labor como creador de importantes proyectos para el progreso de la nación ha dejado una huella innegable.
¿Cómo fue su trayectoria laboral por el mundo de la ingeniería?
-Inicialmente era tecnólogo químico, pero por necesidades de matrícula, la química se concentró en Santiago de Cuba y matriculé en Ingeniería Mecánica. Obtuve buenos resultados académicos y, al graduarme, fui a trabajar a la fábrica de combinadas cañeras, exactamente en las KTP. Su origen estuvo vinculado con la colaboración soviética. Logré el diseño para la fabricación de nuevos modelos por lo que viajé a países como Ucrania, España, Luxemburgo, pero más a Rusia; para precisar la colaboración científico-técnica. Con la creación del Centro de Investigación y Desarrollo de la Maquinaria Agrícola (CEDEMA), me desempeñé como director durante muchos años, siendo uno de los dirigentes más jóvenes del país. Mi juventud la consagré a la investigación y desarrollo de la maquinaria agrícola en Cuba.
Una tarea complicada
-La KTP 2 fue una modernización a la KTP 1, que anteriormente se fabricaba, y después, la KTP 3, una máquina novedosa y avanzada que hicimos en seis meses aproximadamente. Fue una tarea épica, un mérito del equipo que dirigí y la que está patentada con mi nombre. Esta innovación aumentaba el índice de fiabilidad, la productividad y trabajaba en campos de alto rendimiento. Era moderna porque se aplica