Foto: EFE.
La emigración es variopinta en razones, desvelos y visiones.
¡Cuántos dolores el emigrado oculta! Desde el calor que falta, el recuerdo dulce, la memoria amarga, los engañosos espejismos hasta el temor paralizante de un regreso por el miedo al cartel de la derrota.
Así echan anclas, bien, regular, mal o peor y atan el barco al puerto. Un día, tal vez, el retorno, la visita y el destello efímero, conseguido a golpe de trabajo, lágrimas, renuncia