La candidata neoliberal Keiko Fujimori se negó a aceptar su derrota en las urnas, tras culminar el cómputo oficial de votos del balotaje por la presidencia de Perú, a favor de Pedro Castillo.
En un breve discurso ante cientos de seguidores frente al local de su partido, Fuerza Popular, Fujimori sostuvo que la terminación del escrutinio de la Oficina de Procesos Electorales (ONPE) no es lo más importante.
‘Pero falta lo más importante’, refirió sobre los pedidos de nulidad de actas de sufragio por alegadas irregularidades y dijo estar segura de que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) le dará la razón, aunque sin ajustarse a las causas específicas fijadas por la ley electoral para anular esos documentos.
Su arenga estuvo matizada por exaltados gritos anticomunistas de los asistentes que de manera también altisonante sostenían que Castillo, un maestro rural cristiano, ‘representa al terrorismo’.
Mientras tanto, a menos de una cuadra, miles de seguidores del aspirante progresista celebraban el triunfo en las urnas, que consideran seguro, pues los expertos electorales coinciden en que fracasará el intento de anular masivamente votos favorables al contrincante de izquierda.
Tras confirmarse su primer lugar en la votación, con un margen a su favor de 44 mil 58 votos, Castillo modificó su perfil de Twitter y a su calidad de maestro, rondero (integrante de las rondas campesinas, fuerza de seguridad ciudadana) y dirigente sindical, agregó el título de Presidente Electo de la República del Perú.