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Escribir una carta, hoy día, es un signo de la testarudez más romántica. Son pocas las personas que todavía no dejan atrás la crudeza sentimental reflejada en la tinta en el papel, el tacto rugoso de un sobre recién doblado o la emoción de esperar el silbato del cartero. Estos guerreros epistolares no han caído ante la comodidad e inmediatez que ofrecen las plataformas de mensajería digital.
Por suerte, para las personas que mantienen un estrecho vínculo con el servicio postal, Correos de Cuba cuenta con un extenso colectivo de trabajadores dispuestos a ofrecer seguridad y confianza. Este es el caso de Alejandrina Alcalde Aguilera, quien justo frente a su casa tiene el centro de trabajo al que ha dedicado su energía, durante más de dos décadas.
Aleja, como le dicen los amigos, tiene 59 años. Es la Secretaria General del Sindicato de Trabajadores del Correos de Banes, miembro del Comité Municipal de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y del Comité Extraterritorial de Correos de la provincia de Holguín.
Recientemente, ha sido seleccionada como delegada directa al XXII Congreso de la CTC. Desde el inicio, se mostró emocionada ante la posibilidad de una entrevista. Habla de su trabajo como quien describe con pasión a un enamorado, en frases cortas pero cargadas de sentimiento, que desborda en su cálida sonrisa.
¿Cómo llegó el correo a su vida?
Me incorporé al trabajo un poco tarde, por cuestiones familiares. Correos de Cuba ofrecía cursos de formación que duraban unos seis meses. Me gradué y rapidamente me asignaron mi puesto de trabajo en el correo de Banes. Al año, fui seleccionada por mis compañeros como Secretaria General del Sindicato, cargo que he conservado, orgullosamente, durante 27 años.
Mi trabajo no se limita solo al correo, también sirvo de guía para empresas como Radiocuba, Desoft y Etecsa. Me aseguro de que el sector de las comunicaciones banense se entere de todas las indicaciones de la provincia, entregen en regla sus pagos y que la emulación y el proceso sindical se cumplan con la presición y puntualidad que nos caracteriza.
No es la primera vez que soy seleccionada como delegada a un congreso, pero sí es la primera vez que soy elegida como delegada directa. Me reconforta bastant