El Gobierno cubano aparentemente limitó el acceso al servicio de datos móviles de la ciudadanía durante las protestas del domingo 17 de marzo de 2024, lo que sería una respuesta usual. Varios usuarios y medios de comunicación reportaron cortes de Internet en las zonas en las que hubo mayor concentración de manifestantes.
Sin embargo, y a diferencia de lo que sucedió durante el estallido social del 11 de julio de 2021 (11J), el poder no interrumpió la conexión en el resto de la isla. Según expertos y observatorios digitales, el tráfico de Internet disminuyó con respecto al día anterior, pero no llegó a ser casi cero, como sí ocurrió el 11 de julio de 2021.
Doug Madory, director de análisis de Internet en Kentik, observó una caída en el tráfico que duró aproximadamente cinco horas. Según Madory, la caída comenzó alrededor de las 3:20 p. m., hora de Cuba, y terminó sobre las 8:20 p. m.
El medidor de tráfico de Internet Cloudflare Radar reportó una disminución durante el mismo horario. El lunes 18 de marzo, el tráfico alcanzó valores similares a los del sábado 16, aunque aún sin recuperarse por completo.
Lo anterior podría indicar que el Gobierno está limitando el ancho de banda para dificultar a la ciudadanía comunicarse entre sí, organizarse y continuar las protestas. Es una práctica común en el mundo de la tecnología porque se usa para evitar la saturación de la red. Pero también existen reportes documentados de que los regímenes autoritarios utilizan la limitación del ancho de banda como forma de censura.
La limitación de la red sucede cuando se ralentiza intencionalmente el tráfico de Internet, lo cual imposibilita que los usuarios carguen o descarguen información. La reducción se extiende también a aplicaciones móviles, plataformas o servicios.
Desde 2010, por ejemplo, se sospecha que el régimen fundamentalista de Irán ha utilizado igual táctica para sofocar manifestaciones durante períodos de turbulencia cívica. De acuerdo con la revista MIT Technology Review, la llamada limitación de Internet tiene numerosas ventajas sobre un apagón total porque restringe las protestas y al mismo tiempo permite que continúen las comunicaciones vitales. También es difícil distinguirlo de las disrupciones ordinarias. El resultado es que es mucho menos probable que la limitación conduzca a una condena generalizada, como ocurrió tras el 11J en Cuba.
Debido a la poca transparencia de las instituciones gubernamentales y a la mala infraestructura de las telecomunicaciones en Cuba, es difícil saber en qué momento la limitación de la red ocurre por incapacidad tecnológica o es un acto deliberado de censura. Sí se puede afirmar que la disminución del domingo 17 de marzo coincidió con las protestas en Santiago de Cuba, El Cobre, Bayamo y Santa Marta.