A lo largo de la historia, el béisbol cubano ha dejado una excelente estela de resultados en la categoría Sub-15. Se podía afirmar que esta era la mejor para la isla en eventos internacionales. Incluso, nuestro último título mundial (sin contar los del béisbol 5) fue justamente para adolescentes, en el torneo celebrado en Japón en 2016.
Sin embargo, la más reciente edición del Campeonato Panamericano —que termina hoy jueves en República Dominicana— dejó en tela de juicio el tradicional dominio antillano.
En suelo quisqueyano, las aspiraciones cubanas no duraron mucho. En el grupo B del certamen, el equipo de las cuatro letras debutó frente a Perú con cómodo triunfo de 12-3, a la cuenta del relevista zurdo Ronaldo Cuza, pero después perdieron tres de sus siguientes cuatro desafíos. Así quedaron enterradas las opciones de clasificación al Campeonato Mundial de la categoría, que todavía no tiene ni sede, ni fecha definida, aunque presumiblemente pudiera ser en Colombia.
Puerto Rico (5-6 en extrainnings), Venezuela (10-11 también en entradas extras) y Nicaragua (nocaut de 11-1 en cinco episodios) fueron los verdugos del plantel dirigido por Alexander Urquiola, que solo logró salvar la honra en su llave con un abultado éxito de 24-0 sobre el débil plantel de Guatemala.
Contra los boricuas cedieron por un polémico out en home que puso fin al encuentro cuando parecía que podíamos empatar, mientras el duelo ante los morochos tuvo un desenlace caótico. Después de fabricar tres carreras en la octava entrada por la Regla Schiller y a un out de la victoria, Cuba permitió cuatro anotaciones, para quedar tendida al campo frente a un rival que sacó el juego del congelador.
La defensa resultó clave en este partido, con cinco errores que propiciaron igual cantidad de carreras sucias. Dos de estas marfiladas fueron en el fatídico capítulo de cierre. Las dos derrotas consecutivas ante los rivales de mayor tradición en el grupo terminaron condenando a los cubanos.
Posteriormente tuvieron un refresco con Guatemala antes de gastar su última bala de clasificación mundialista, pero las opciones de terminar en la tercera posición del grupo y luchar por la quinta plaza a la cita del orbe se esfumaron al caer contra Nicaragua en un partido de vida o muerte.
Los pobres resultados dejaron a nuestro país en el cuarto lugar de la llave con balance negativo de 2-3, y sin opciones de pa