El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este miércoles que su gobierno “no se quedará de brazos cruzados” ante la eventual entrada en vigor de la ley SB4 de Texas, estado fronterizo de Estados Unidos. La calificó de “deshumanizada”.
En ningún caso México aceptará deportaciones hechas por el gobierno de Texas, aseguró el presidente López Obrador, cuyo sexenio concluye el próximo primero de octubre.
El mandatario subrayó que se trata de una norma “injusta” y contraria no solo al derecho internacional, sino “violatoria de la Biblia”, y que el propio gobierno federal estadounidense de Joe Biden se opone a su entrada en vigor.
“No queremos adelantar lo que podríamos hacer en caso de que quieran en Texas, el gobernador y todos estos antiinmigrantes, antimexicanos, si pretendieran deportar, por ejemplo, que no les corresponde, nosotros no aceptaríamos deportaciones, de una vez lo adelanto, del gobierno de Texas”, afirmó López Obrador en su acostumbrada rueda matutina de prensa.
Respaldada por el gobernador republicano de Texas, Gregg Abbott, la orden faculta a la policía local y otras fuerzas de seguridad a arrestar, encarcelar y hasta deportar a México a cualquier sospechoso de ser un migrante irregular.
Litigio en Texas
Este miércoles, durante una audiencia, la jueza presidenta del 5to Circuito, Priscilla Richman, cuestionó cómo se aplicaría la ley estatal SB4 incluyendo cómo respondería Texas si las autoridades federales no cooperan con la orden de un juez estatal de deportar a alguien.
Por el momento, no se registraron arrestos durante las horas en que la ley estuvo en vigor el martes, constató un despacho de la agencia AP.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos advirtió que Texas no tendría autoridad para deportar bajo la ley estatal. “Esto es inexplorado porque no tenemos ningún caso al respecto”, dijo el procurador general de Texas, Aaron Nielson.
Por su parte, el Departamento de Justicia argumentó que e