Los cubanos están a la espera de la prometida intervención del Gobierno para frenar el desplome del peso.
El Gobierno cubano ha prometido tomar medidas decisivas este mes para frenar una caída del peso local que ha acabado con los ahorros y dejado a los residentes con dificultades para adquirir los productos básicos, mientras economistas con los que habló Reuters se mostraron escépticos a una posible solución rápida.
El peso, la moneda local de la isla, ha caído en el mercado negro un 20% este año frente al dólar y tiene menos del 10% del poder adquisitivo que tenía en 2019.
El mes pasado, la viceministra de Economía, Mildrey Granadillo de la Torre, dijo en una reunión del Gobierno que para marzo se planeaban medidas acerca de la caída del peso, incluyendo “el redimensionamiento del mercado cambiario”, según los medios estatales.
El primer ministro, Manuel Marrero, dijo en diciembre que se realizaría una importante reforma monetaria este año. Pero ninguno de los dos funcionarios dio más detalles sobre el asunto.
Cinco economistas cubanos con los que habló Reuters coinciden en que el cambio de dinero informal reflejaba el valor de mercado frente a la tasa fija del Gobierno y los déficits presupuestarios fuera de control, así como una disminución de la p