La Habana, 4 mar.- Con ocho grandes piezas inspiradas en su país natal, el pintor cubanoamericano Enrique Martínez Celaya se reinventó para incluir algo nuevo, con cambios hasta en el proceso creativo, en una soñada exposición en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Martínez Celaya quiso traer a La Habana propuestas nunca antes vistas por público alguno. Por eso, escogió las pinturas de gran formato que conforman la muestra Los muertos llaman al alba: La puerta, La escalera de flores, Las lágrimas rutinarias, El regalo, Los corales de la espera, Los viajeros y Los que nunca se van.
Sobre esta selección de obras que se exhibirá hasta mayo en La Habana, declaró: “Quiero reinventarme porque nunca antes he hecho una exhibición en el Museo Nacional en La Habana, como cubano, volver atrás, y entonces, la única respuesta a eso es reinventarme otra vez”.
Según el pintor, quien salió de Cuba a la edad de siete años hace ya más de cinco décadas, y luego vivió en Puerto Rico y España antes de radicarse en Estados Unidos, “este trabajo no está solo específicamente concebido para La Habana, Cuba, ni el Museo, sino también para mi vuelta”.
Una exposición especial
Para el pintor cubanoamericano, exponer en Cuba tiene matices muy diferentes a cuando lo hace en los tantos museos del mundo donde exhibe sus obras.
Desde su partida, hace m