Portada » Cuba se moviliza en apoyo a Palestina
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se unió este sábado al pueblo de Cuba reunido en una concentración popular nacional en apoyo a Palestina.
Ayer, el Jefe de Estado había publicado en la red X un contundente mensaje de denuncia en video, donde señalaba que Cuba jamás será indiferente ante el crimen y por eso se suma a la jornada mundial de apoyo al pueblo palestino y exige que se ponga fin al genocidio israelí en Gaza.
En La Habana, con sede en la Tribuna Antimperialista, también se encuentran Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República de Cuba; Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro de la República, y Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del PCC.
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) March 1, 2024
CUBA ACUSA Y GRITA: ¡BASTA!
Si Israel no se empecinara en seguir masacrando a la humilde, sufrida e indefensa población palestina en la Franja de Gaza, el mundo pudiera estar clamando hoy por el fin de otros (también innecesarios) conflictos; por la paz, la hermandad y la cooperación que tanto necesitan los pueblos; por una distribución más justa y equitativa de la riqueza y los recursos naturales, por la mejor preservación del medio ambiente…
Pero con más de 100 000 víctimas desde octubre, entre muertos y heridos (con brutal impacto en niños y mujeres), una población en condiciones de hambruna y bloqueo de medicamentos, lo mínimo aconsejable es elevar voces, unir voluntades, exigir una solución, tal y como ocurre hoy, cuando miles y miles de cubanos colman las principales arterias y plazas en todas las provincias y en el municipio especial Isla de la Juventud.
Gigantesco, multitudinario, el desfile no es –desde luego– el que cada año protagoniza Cuba para festejar el Día Internacional de los Trabajadores, colmado de alegría, de júbilo obrero, de iniciativas, de razones para la celebración.
Esta es una jornada de denuncia, de condena, de consternación y tristeza por tantas víctimas mortales, de indignación frente a la impunidad con que Tel Aviv bombardea, incendia, destruye y mata; de exigencia para que los organismos correspondientes hagan valer el derecho internacional.
Así ha ocurrido durante meses en los que, por igual motivo y con no menos sensibilidad, habitantes de distintas ciudades han expresado idéntico reclamo ante los ojos y oídos de un mundo que abochornaría a la especie humana actual y, sobre todo, a las nuevas generaciones que él engendre mañana, si permaneciera ciego, sordo, mudo e impasible ant