La labor cohesionada y la profesionalidad de su capital humano altamente calificado hicieron posible que, a pesar de las dificultades enfrentadas en 2023, el sistema meteorológico nacional lograra un loable desempeño en su quehacer científico y la prestación de vitales servicios.
Así, pudo garantizar el funcionamiento y la sostenibilidad de los principales componentes de los sistemas de vigilancia y alerta temprana de ciclones tropicales y fenómenos meteorológicos peligrosos, del clima, la sequía agrícola, la contaminación atmosférica, el comportamiento del ozono troposférico (a nivel superficial) y los incendios forestales.
Como aseveró a Granma el doctor Celso Pazos Alberdi, director general del Instituto de Meteorología (Insmet), perteneciente a la Agencia de Medio Ambiente, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la entidad brindó particular atención a las investigaciones vinculadas a temáticas de sumo interés para el país.
Figuran, entre ellas, el cambio climático, la Tarea Vida, el Inventario nacional de gases de efecto invernadero, los Estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgos, y el Macroproyecto sobre la elevación del nivel del mar para los años 2050 y 2100.
El doctor Pazos Alberdi subrayó que, durante la pasada temporada ciclónica, ubicada entre las cinco más activas de la presente centuria, al registrar la formación de 19 organismos tropicales con nombre, de los cuales siete llegaron a ser huracanes, el Centro de Pronósticos emitió, de forma oportuna, los avisos de alerta temprana y los avisos de ciclones tropicales a los órganos de Gobierno, la Defensa Civil y a la población en general, con mayor uso esta vez de las redes sociales.
«También se aprovechó de manera más eficiente la información suministrada por las estaciones meteorológicas y los radares cubanos, así como los resultados de los modelos de pronóstico desarrollados por el Centro de Física de la Atmósfera, para el cálc