Cro. Bruno Rodríguez Parrilla, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y ministro de Relaciones Exteriores;
Compañeros de la dirección del Partido, el Gobierno, las organizaciones políticas, de masas y sociales cubanas;
Delegados e invitados a este Encuentro:
Hace un año nos reunimos aquí en La Habana por primera vez para intercambiar criterios sobre los graves asuntos que afectan la vida en nuestro planeta, que son los que nuestras publicaciones advierten y denuncian; pero nos reunimos, sobre todo, con la esperanza de conformar un frente común, de articular una unidad sobre los temas de fondo, los esenciales, que son acaso los de mayor urgencia, y promover la solidaridad. Entonces sembramos una idea.
Este II Encuentro de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda da continuidad a aquella iniciativa de nuestro Partido, concretada con la entusiasta acogida de diversas fuerzas políticas progresistas, para generar un espacio de debate sobre la producción y reproducción de las ideas revolucionarias.
La presencia hoy aquí de un centenar de participantes de más de una treintena de países y varias decenas de organizaciones y publicaciones, dedicadas al pensamiento crítico desde una visión antihegemónica y descolonizadora, demuestra la necesidad de intercambiar visiones y concertar acciones.
La batalla de ideas que preconizó el líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz es más inaplazable que nunca antes. Urge la reflexión comprometida y la acción unitaria en pos de la justeza de nuestras luchas legendarias.
Más reflexión y mayor acción frente a la avasalladora omnipresencia del capital en su pretensión por privatizar hasta los sueños y anhelos de los pueblos y secuestrar la disputa de sentidos en favor de los mezquinos intereses de las élites imperiales.
Ante la guerra, ante la hambruna y las enfermedades, ante el chantaje y la explotación de nuestros pueblos, ante el quiebre del equilibrio ecológico que sostiene la vida, no podemos actuar por separado; nuestras diferencias, todas, aunque parezcan enormes, son secundarias. Nos va la vida en ello.
El imperialismo estadounidense no es un concepto geográfico, se extiende a los países que integran la OTAN, a Israel, punta de lanza en el Medio Oriente; es un sistema internacional de subordinaciones e interdependencias.
La unidad de acción la dicta el capital trasnacional. Dos industrias determinan la hegemonía norteamericana: la que produce armas y la que reproduce el imaginario capitalista.
¿En qué mundo vivimos? ¿Cuáles son esos principios que nos unen en nuestro compromiso por la justicia social, por la soberanía nacional y por la paz?
En primer lugar, la lucha contra el imperialismo donde quiera