La Habana, 9 feb.-Proyectos civiles en Cuba trabajan en la capacitación, formación de valores en las nuevas generaciones y el trabajo comunitario para enfrentar el racismo y la discriminación racial, problemáticas con una política de gobierno urgida de mayor socialización.
“Se han logrado grandes avances en materia jurídica. El trabajo académico igualmente destaca por la producción literaria y científica, se han articulado muchas colaboraciones entre grupos históricos del activismo cubano y nuevos actores económicos que igualmente desarrollan actividades de activismo”, afirmó a IPS la historiadora Yadira Rachel Vargas.
Pero, contrastó, “desafortunadamente, la ciudadanía no tiene amplio conocimiento de que todas estas acciones tienen un propósito específico y que responden a la promoción y protección de los derechos de los afrodescendientes, que se continúa buscando eliminar las brechas de desigualdad”.
Vargas es directora del proyecto Rizo Libre, un emprendimiento de acción cultural y educativa enfocado en la afroestética, nacido en La Habana en 2022.
A fines de enero, Vargas presentó la Colección Cuba: Juegos de Libertad, un kit de siete juegos didácticos para conocer, representar y divertirse con el universo del cabello afro/rizado, destinado a la población infantil.
Incluye, también de su autoría, el volumen Historias de Afroestima. Mi cabello rizado, primer libro infantil editado en la isla sobre la afroestética, disponible en Amazon.
La ciudadanía no tiene amplio conocimiento de que todas estas acciones tienen un propósito específico y que responden a la promoción y protección de los derechos de los afrodescendientes, que se continúa buscando eliminar las brechas de desigualdad”.
Yadira Rachel Vargas
Sin desconocer el impacto positivo de políticas públicas y cambios culturales en la sociedad cubana en las últimas seis décadas, investigadores y activistas argumentan que el racismo permanece naturalizado en la subjetividad y el imaginario social.
Al respecto, Vargas llamó la atención que “el cabello afro/rizado, como marcador de discriminación, es una carga que muchos adultos dejan caer sobre los más pequeños”.
Entre múltiples tabúes, personas aún consideran “pelo malo” el cabello que no es lacio, un ejercicio de violencia estética y acto de perpetuación del racismo.
Por ello, completó Vargas, “la significación ideo simbólica de llevar el cabello natural afro/rizado busca ser resignificada con esta colección, que representa y muestra a niñas y niños cuanta belleza hay en la diversidad de sus cabellos, la versatilidad de los mismos. Les da herramientas para conocerlos, cuidarlos y amarlos”.
Como creadora de Rizo Libre, “tengo el privilegio de interactuar con una comunidad de personas que no solo se interesan por cuestiones estéticas, relacionadas con su cabello afro/rizado. Ampliamos la mirada hacia temas de defensa de la identidad y valores de la afrodescendencia, la cultura como modo de vida, entre otras temáticas”, apuntó.