Yasira Elena Vega Pupo. Fotos: Alexis del Toro y Cortesía de la entrevistada
Muchos aseguran que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer”, pues parodiando ese viejo adagio, puede decirse que, en lugar donde haya muchos consumidores fieles, no hay dudas existe un buen servicio, y si se trata de un restaurante, entonces, todo lleva a pensar que la sazón del chef complace paladares.
Así sucede en el Gran Restaurante Constelaciones, sitio emblemático de Holguín, localizado en el corazón de la ciudad y donde una de sus chef de cocina prepara delicias delante de fogones y cacerolas, para distinguir la oferta culinaria de este centro, perteneciente a la Empresa Provincial de Alojamiento y Gastronomía (Epag).
Con solo 18 años de edad y apenas uno de experiencia profesional en el restaurante El Fausto, Yasira Elena Vega Pupo comenzó a trabajar el 7 de julio de 2018 en Constelaciones, pero lo hizo con la convicción de que esa era la oportunidad de prosperar en lo que ella quería ser desde muy pequeña: armonizar sabores hasta convertirse en experta en el arte de preparar los alimentos.
Así lo va consiguiendo esta joven de apenas 24 años, para quien su abuela Martha fue brújula y a quien debe su pasión, porque desde muy chiquitica la enseñó trucos de cómo preparar platos típicos de la cocina criolla. “Me regaló un fogón para en los juegos infantiles pudiera experimentar los primeros cocinaditos y permitiera, a los 10 años de edad, parada sobre un banquito acceder a la cocina, para elaborar un potaje de frijoles, no fue bueno, pero lo hice”.
“Aunque esa era mi pasión, en el preuniversitario pensé estudiar Medicina, pero la idea se esfumó el día que a los estudiantes interesados por esa carrera y como parte de la formación vocacional, nos llevaron a recorrer un hospital. Hasta ahí llegó todo”.
Ella no optó por la Universidad, a pesar de que su promedio de 96,7 puntos ya era una garantía y decidió ir a un curso de la Casa del Chef y así con el título en la mano emprendió el camino que recorre ahora.
Orgullosa de cada uno de los pasos dados recuerda. “En el restaurante El Fausto comencé desde abajo. El primer empleo fue de auxiliar de cocina en 2016 y, poco a poco, empecé a demostrar que podía seguir adelante, así pasé a jefe de cocina. Logré buena clientela allá arriba y muchos seguidores”.
“Poco después de abrir Constelaciones me propuse ser parte del colectivo, pero la plaza que había era de ¨lunchera¨, la tomé, aunque no me gusta el área fría y al pasar