El 1ro. de febrero de 2019, una gigantesca explosión sacudió el extremo occidental de Cuba: la caída de un meteorito en el municipio pinareño de Viñales se convertía en la noticia del día
Un lustro después, el eco de aquel estruendo colosal todavía retumba en el recuerdo de quienes pensaron inmediatamente en alguna desgracia.
«Un avión que había estallado en el aire» fue lo primero que a muchos le vino a la mente, en medio del susto y de la confusión.
«Yo vi una nube oscura y una bola de candela en el cielo. Aquello era algo horrible. Hubo un momento en que no sabía dónde meterme, así que agarré a mi niña y nos mandamos a correr», le contaría a Granma, un par de horas después, Dania Coro, cuando la ciencia ya comenzaba a arrojar luz sobre lo que había pasado.
Era el 1ro. de febrero de 2019, y la caída de un meteorito sobre el Valle de Viñales, en un área de más de 150 kilómetros cuadrados, se convertía en la noticia del día.
Con su irrupción en la atmósfera terrestre, terminaba el largo viaje por el espacio de aquella roca de unos cuatro metros de diámetro. Sin embargo, el hecho marcaría el comienzo de una fascinante travesía de estudios y descubrimientos.
Los especialistas consideran que la violenta explosión, que daría pie a un sinnúmero de anécdotas a lo largo de la geografía pinareña, clasifica como la más intensa que haya ocurrido en el Caribe desde que comenzaron a registrarse estos eventos en 1989, pues desató una energía similar a la de 1 400 toneladas de tnt, de acuerdo con los sensores de la nasa.
Los fragmentos de roca celeste quedaron dispersos por toda la región, atravesaron algunos techos o se incrustaron en el suelo, reafirmando los valores que hicieron de Viñales el primer geoparque de Cuba, y recordando que, aunque remota, la posibilidad de un peligro por meteoritos existe.
Entre los testimonios más sorprendentes se encuentra el de un niño que encontró un pequeño pedazo en su gorra; el de un fragmento que golpeó una olla reina después de atravesar el tejado de una vivienda, o el de un trabajador del Mural de la Prehistoria que se atrevió a probar una de las rocas, para determinar su sabor.
Pero, milagrosamente, a pesar de que ocurrió en pleno día y en una zona donde viven miles de personas, esta sui generis lluvia de piedras no hirió a nadie.
UN REGALO DEL COSMOS PARA VIÑALES
El evento, que de inmediato acaparó la atención de millones de personas, también despertaría el interés de la comunidad científica por desentrañar sus misterios.
¿De dónde vino este meteorito? ¿De qué tipo es? ¿Qué minerales lo componen? ¿Cuál es su historia en el universo?
El investigador cubano Yasmani Ceballos Izquierdo recuerda que los expertos del Instituto de Geofísica y Astronomía de nuestro país examinaron las primeras muestras, confirmando la naturaleza del fenómeno, y que el geólogo Manuel Vázquez Torres tomó la iniciativa de ubicar en un mapa los impactos comprobados en toda el área de Viñales.
«Paralelamente, el doctor en Ciencias Geológicas Manuel Iturralde-Vinent reunió un equipo de investigador