MADRID, España.- La película Dejar el mundo atrás ha estado entre las más populares de la plataforma Netflix desde su estreno el pasado 8 de diciembre. Sin embargo, ahora el régimen cubano carga contra la cinta por su supuesta conexión con los “ataques sónicos” de La Habana, insinuando que la trama conecta con “ese ardid político de los servicios de inteligencia estadounidenses”.
“Pocos meses después de La madre (Niki Caro, 2023) el emporio audiovisual estadounidense Netflix arremete otra vez contra Cuba, por la vía del filme Dejar el mundo atrás”, comienza el artículo “Netflix carga nuevamente contra Cuba”, de Julio Martínez Molina publicado esta semana en el oficialista Granma.
“No es tan diferente a lo que pasó en Cuba hace un tiempo. Armas de microondas, les dicen. Producen radiación esparcida a través de sonidos. Algunos perdieron los dientes allí también”, este fragmento del filme es citado por Martínez Molina, quien, seguidamente, apunta: “El falaz discurso que retoma un producto de visionado global como este, con conocidas estrellas de Hollywood, resulta en extremo nocivo en un contexto político actual de tanta complejidad; además de contribuir (cual brazo ideológico indispensable de la Casa Blanca que es el cine norteamericano) a la estrategia del gobierno yanqui de continuar demonizando a Cuba e inventando nuevos o viejos pretextos, en tanto engañosos y miserables fundamentos para seguir incluyéndola en espurias listas u otros objetivos”.
Dejar el mundo atrás
Dirigida por Sam Esmail y protagonizada por lo estelares Julia Roberts, Michelle Williams y Ethan Hawke, la película es una adaptación de la novela homónima de Rumaan Alam.
Narra la historia de una familia que se ve obligada a sobrevivir a un apagón global mientras se refugia en una casa de lujo en Long Island. Su éxito se debe, entre otras razones, a que la historia es una metáfora de la incertidumbre y el miedo que se vive en la actualidad. El apagón global es una representación