El 2 de diciembre de 1918, María Teresa García Montes de Giberga reúne a un grupo de amigas en su residencia de 15 y D, en El Vedado. Quiere hacerlas partícipes de una idea: crear una sociedad que promueva y patrocine acciones artísticas. Dio la lectura al reglamento de la proyectada sociedad y se constituyó la junta directiva. Nacía así Pro Arte Musical.