Fotos: de la autora
Caminé kilómetros para llegar a su casa. Loraine(Lurdes) Pupo Noris vive en el campo, en Cantimplora, rodeada de numerosos ejemplares de excelente raza vacuna, inmensas áreas de pastizales, varios lagos artificiales para el abasto de agua y la tecnología suficiente para producir leche.
Cuando contacté con ella por mi interés de realizarle una entrevista, no lo pensó mucho para darme un sí decisivo. Impuso un único requisito, que el encuentro ocurriera en su centro de trabajo, su casa, su hogar “porque quiero mostrarte mi labor, pasión y entrega”, afirmó.
La Vaquería Escuela de Excelencia “El Vapor”, perteneciente a la UBPC Luis Hernández del municipio holguinero de Gibara, es la estancia que Lurdes considera como su hogar.
Al llegar allí, la encontré en una de sus tareas diarias, la limpieza y acondicionamiento de los establos “para que las visitas que vengan, siempre los encuentren limpios, ordenados y listos para el ordeño”, me explica en la bienvenida.
Desde muy pequeña ayudaba a su abuelo en la siembra y cosecha de alimentos y la crianza de los toros, terneros y vacas. De él heredó su pasión por la ganadería.
“Yo soy de los Noris de Arroyo Blanco, pero a los quince años me casé y desde entonces vivo aquí. Formé una familia, tuve una hija, y a los dos años de su nacimiento decidí trabajar para colaborar con la economía de la casa.
“Fui parte del cuerpo de vigilancia y protección de la unidad, haciendo guardias nocturnas. Luego participé en el cuidado y pastoreo de animales, específicamente, ovejos. Sembré, atendí y coseché caña y hasta confeccioné escobas.Molía caña, y pastoreaba vacas.
“Cuando llevaba cerca de tres años trabajando en todas esas tareas, un compañero de trabajo de entonces, se acerca a mí porque necesitaba alguien que lo reemplazara para jubilarse. Me propuso enseñarme el ordeño, en poco tiempo aprendí y rápidamente formé parte del pequeño equipo de ordeñadores de la vaquería.
“Junto al ordeño, también ayudo a cocinar para el resto de los obreros, en la organización de actividades, la atención a las visitas y el saneamiento y embellecimiento del lugar.”
Se siente satisfecha por haber contribuido a transformar las áreas de pastos y forrajes, al acuartonamiento de las unidades para la rotación de la ganadería y de rescatar áreas infectadas de marabú.
¿Cómo se logra un buen ordeño?
“Con la técnica, el conocimiento y el amor. La combinación de todo eso. Para mí es muy fácil porque domino la técnica del ordeño y el manejo de