Firmeza
No hables así de Marrero. No me hiciste caso cuando del Turismo lo promovieron a primer ministro y te garanticé que era un tipo cinco estrellas. Pienso en él cada vez que Canel habla de «sistemas productivos robustos». Tomó la palabra en la Asamblea Nacional con una firmeza digna de la que pidió el VII Pleno. Me asombra que haya gente que no se dé cuenta de que pensó en nosotros, que lo que viene en el 2024 es para bien de la familia cubana.
Es cierto que afrontamos ciertas dificultades con los insumos, pero es una realidad también que el Buró Político pone todo su empeño en mejorarnos la vida, mira como se descarga el barco para completar las siete libras de arroz de diciembre. «Incrementar la producción de alimentos es el centro de sus esfuerzos», si así no fuera no los verías ensuciándose los mocasines en visitas a los surcos donde enseñan a los campesinos cómo sembrarlos.
La gente no bebe de la sabiduría de los dirigentes, quienes no consiguen otra cosa, como pide Polanco, que «hacer ideología». Tú los oyes afirmar que «los recursos más seguros serán los que seamos capaces de producir». Nunca la filosofía clásica alemana llegó tan lejos. En Sajonia, entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del XIX, era impensable escuchar que «un país agrícola tiene que producir su comida». De saberlo, hubieran aprovechado mejor «las potencialidades del territorio» y otra hubiera sido la posterior suerte de la República de Weimar.
Ahora mismo acaba de reactivarse el Grupo Coordinador Nacional de Organismos de la Administración Central del Estado y Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial. Es verdad que no nos enteramos en qué momento ni por qué se desintegró, pero un día de estos nos explicarán para qué sirve. No sé si ya empezaron a hacerlo con eso de qu