Los diputados cubanos aprobaron los objetivos y metas de la economía para el 2024 así como las proyecciones de Gobierno para el venidero año, estas últimas anunciadas por el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, al iniciarse este miércoles la Segunda Sesión Ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Con la presencia del líder de la Revolución, General de Ejército Raúl Castro Ruz y el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se analizaron los resultados económicos durante el presente año, los obstáculos que no han permitido avanzar con mayor rapidez y las acciones para transformar la situación actual del país.
El viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández al presentar la propuesta de Plan de la Economía para el próximo año describió el complejo contexto en que se desarrolló la economía durante el 2023, y reconoció que ¨los resultados no son los que el país necesita, se requiere de avances más tangibles y sostenibles.
Para cumplir los objetivos del 2024 se demandan resultados más tangibles y sostenibles; hay que enfocarse en las cosas que dependen de nosotros, más trabajo, más energía, más comprensión de los objetivos del Plan y más seguridad para propiciar la participación más activa y consciente del pueblo¨.
El viceprimer ministro declaró que no se logrará el crecimiento del Producto Interno Bruto a precios constantes proyectado para el actual año y adelantó que para los próximos doce meses se estima un crecimiento en el entorno de un 2 por ciento que, según señaló, ¨se alcanzará si somos capaces de gestionar mejor la economía.
Al profundizar en el complejo momento que vivimos, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz dijo que “hemos operado en una economía de guerra que generó una agudización de la situación del país, derivada de la política de bloqueo recrudecido y de las crisis internacionales”.
Añadió que “no estamos cruzados de brazos esperando que quiten el bloqueo, por eso necesitamos buscar soluciones propias”.
En sus palabras, antes de anunciar las proyecciones del Gobierno para el año próximo, Marrero Cruz fue autocrítico:“tenemos la alta insatisfacción de no haber avanzado lo necesario en disminuir los impactos de estos fenómenos externos ya que persisten problemas subjetivos e insuficiencias propias”.
A partir de un diagnóstico de los principales factores que impactan en la gestión del gobierno mencionó la mentalidad importadora de productos terminados y no de insumos y materias primas para potenciar la industria nacional; reconoció problemas en el funcionamiento de algunos organismos globales- entre ellos el Ministerio de Economía y Planificación y el de Finanzas y Precios- que no articulan eficientemente sus funciones; señaló que no se logra incrementar la exportación y existe una ralentización de la inversión extranjera, “la cual no es una opción, sino una necesidad, y no se le brinda la prioridad que este tema requiere”.
Asimismo,habló sobre la poca atención para potenciar de manera sostenible la producción nacional y agroindustrial, particularmente de los alimentos, la industria azucarera no logra recuperarse, se reconoce un insuficiente control y regulación sobre los precios y no se logra la incorporación al empleo de personas con capacidad de hacerlo.
De acuerdo con lo expuesto por el Primer ministro cubano, otros problemas detectados en el diagnóstico son la inconsistencia en el sistema de gestión de la administración tributaria que genera indisciplina fiscal, los insuficientes encadenamientos productivos entre los distintos actores económicos con el sector estatal, el desplazamiento del monopolio estatal en las ofertas que se consolidan ahora en el sector privado, el insuficiente ejercicio de la autoridad de los gobiernos provinciales y municipales en la autonomía que les corresponde y su subordinación al gobierno central; tampoco se logran los pagos electrónicos para alcanzar una mayor transparencia, entre otros problemas detectados que afectan la gestión del Gobierno.
A partir de esta realidad, Manuel Marrero presentó las proyecciones del Gobierno para el 2024. Como punto de partida señaló al programa de estabilización macroeconómica que tiene como propósito restaurar los equilibrios que garanticen un entorno favorable para el crecimiento económico, el desarrollo y el proceso de construcción socialista “supone un cambio esencial en materia de gestión macroeconómica en coordinación con el plan del Presupuesto y la programación monetaria”.
Durante su exposición, el miembro del Buró Político resaltó que este programa demanda la participación de diversas instituciones para favorecer la disciplina fiscal, financiera y la transformación productiva.
Para su consecución se requiere incrementar ingresos en divisas, recuperar el turismo, incrementar exportaciones de bienes y servicios, entre ellos los profesionales y fomentar las producciones de Níquel, Tabaco, ron y otros rubros exportables.
De acuerdo con el Jefe de Gobierno es imprescindible redimensionar el mercado cambiario, intervenir el mercado informal y controlar el tipo de cambio en el país que incluye la conformación de la tasa de cambio y la de precios.
El plan incluye recuperar los flujos de remesas a partir del control del Gobierno, igualmente fomentar un mecanismo para la asignación y gestión de la liquidez para todos los actores económicos (CL), y la utilización de nuevos medios de pago o tarjetas en divisas.
Entre las medidas proyectadas por el Gobierno para el venidero año se propone potenciar negocios con personas naturales en el exterior con el propósito de