Atesoran el mérito de estrenar a Cuba en la final de un campeonato mundial de natación artística y, además, en la modalidad más joven para este bello deporte: el dueto mixto. Lograron ubicarse entre las mejores 12 duplas del orbe en la cita que aún transcurre en Budapest, ahora con los clavados.
Los protagonistas de esta historia son Soila Valdés y Andy Ávila, quienes en ese estreno avanzaron a la final de la rutina libre.
—Dígame, por supuesto que sí.
Así contestó ella a nuestra solicitud de conversar sobre la incipiente carrera deportiva de ambos.
Andy es matancero, de 17 años de edad, y Soila, habanera de 22, y debieron sentirse muy seguros para presentarse de «primerizos» en un mundial. Ella lleva entrenando diez meses, y él integró la pareja desde hace solo cuatro, en el complejo de piscinas Baraguá.
«Entrenamos para salir bien y se vio el resultado.
Es la primera vez como dúo mixto, pues yo asistí a los Centroamericanos de Barranquilla-2018, a los Panamericanos-2019, a otros eventos clasificatorios y a los Centroamericanos y del Caribe de Natación, pero esto de Budapest es completamente nuevo para los dos».
El evento valora la impresión artística, la ejecución y el grado de dificultad de cada selección. «Avanzar entre Italia, Japón, China y España, por solo mencionar algunas de las 13 naciones de la final, nos puso muy contentos, al mejorar la calificación, con 64.6333 puntos».
—¿Cómo fue posible?
—Por el trabajo de la entrenadora Kenia Fors, quien nos exige muchísimo y sabe que podemos alcanzar mejores resultados en el próximo clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe-2023. Por eso le dedicamos nuestra actuación, también al colectivo de la natación artística: a las atletas, profesoras, a la comisionada nacional, a todos los que nos apoyaron y, especialmente, al pueblo de Cuba, que nos transmitió muchos mensajes de aliento por las redes sociales.