Santiago de Cuba, 25 jun (ACN) Expertos de los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y de la Agricultura (MINAG), así como del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), alertaron hoy del impacto del cambio climático en la agricultura cubana, que también pueden sentirse en las naciones caribeñas.
En presencia de funcionarios y empresarios de Jamaica, Martinica, Trinidad y Tobago, Belice, Gambia y de Cuba, que asisten a la feria internacional Expocaribe, ellos expusieron las experiencias y acciones de la mayor de las Antillas ante los peligros, vulnerabilidades y riesgos por ese fenómeno, y cómo asumir la necesaria mitigación y adaptación.
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La Doctora en Ciencia Ida Inés Pedroso Herrera, del Instituto de Geofísica y Astronomía, de la Agencia de Medio Ambiente del CITMA, señaló como impactos del cambio climático la pérdida de superficie del territorio emergido por el incremento del nivel del mar, la disminución de los recursos hídricos y de los rendimientos agrícolas y el aumento de la vulnerabilidad de los asentamientos humanos en zonas costeras.
Tras destacar los estudios realizados, y los planes a nivel de país –hasta comunidad o Consejos Populares- dirigidos a la prevención y reducción de tales peligros, subrayó como objetivos de trabajo perfeccionar e incrementar el conocimiento de sus escenarios, para proponer medidas eficaces, incluso con vistas a los años 2050 y 2100.
Ella y la Licenciada Yamilé Lamothe Crespo, subdirectora de Ciencia, Técnica, Innovación y Medio Ambiente del MINAG, coincidieron en que, por su cercanía y similares condiciones naturales a otras islas del Caribe, algunas de las investigaciones y medidas de adaptación al cambio climático pueden resultarles útiles a toda la región.
La sequía, baja disponibilidad de agua, el comportamiento del nivel del mar y el aumento de las temperaturas ya impacta en los suelos, en la agricultura y, por ende, en la producción de alimentos, al igual que en los ecosistemas costeros, manifestó la especialista en su amplia exposición.
Recordó que Cuba cuenta con un Programa Nacional para atenuar los peligros y riesgos previstos, conocido por Tarea Vida, y también con un Programa de Agricultura Sostenible y Seguridad Alimentaria, máxime cuando tampoco es favorable su escenario o balance agrario, evidenciado en que el 70 % de sus suelos tienen al menos un factor limitante.
La situación respecto a los recursos hídricos cubanos fue explicada en el panel por Argelio Fernández Richelme, director de Hidrología del INRH, quien manifestó que las mayores incidencias del cambio climático se evidencian en las disponibilidades cuantitativas de agua, en la ocurrencia de eventos extremos y en el deterioro de la calidad de ese recurso natural.
Explicó cómo el país, en aras de la adaptación (resiliencia) necesarias, desarrolla un grupo de acciones dirigidas a la reducción de las pérdidas de agua con un uso más eficiente, a recuperar y proteger su calidad, a buscar nuevas fuentes de suministro, y a reducir el impacto de las inundaciones.
El experto informó que a nivel de país se trabaja en la reducción de la vulnerabilidad de 15 zonas priorizadas, entre ellas, las del sur de Artemisa y Mayabeque, los acuíferos del norte de Ciego de Ávila y los que abastecen a la ciudad de Manzanillo, así como el Malecón de La Habana.