Con el saber aprehendido de que impartir justicia en nombre del pueblo de Cuba constituye un alto honor y un desafío permanente en los tiempos actuales, tuvo lugar este viernes dos momentos de especial relevancia para la judicatura cubana: la toma de posesión de dos jóvenes juezas y la investidura de dos distinguidos magistrados con un alto reconocimiento, por primera vez.
Haber llegado aquí, luego de transitar como jueza en diferentes instancias, significa un alto honor y compromiso como servidora pública, lo que me impulsa no sólo a ser mejor profesional sino también mejor ser humano, comentó a Granma Ingryd Teresa Santos Díaz, una de las magistradas del Tribunal Supremo Popular (TSP) que recibió la toga en el acto de ceremonia, y juramentada por Rubén Remigio Ferro, titular de esa máxima autoridad judicial en la Isla.
En nombre de ambas juezas, destacó la voluntad de consagrar sus saberes y empeños en la realización de la justicia en nombre del pueblo, consciente además, de que la edificación del Estado socialista de derecho y justicia social, proclamado en nuestra Carta Magna, requieren de un estricto apego a valores como la honradez, el acierto y la legalidad.
Teniendo en cuenta ello, y lo importante de enaltecer la valía, consagración y sapiencia de quienes se dedican cada día al cumplimiento del deber, también fueron reconocidos con la condición de magistrado emérito, dos ilustres profesionales del sector, cuyas trayectorias judiciales confirman la utilidad de la virtud.
Ocupar el cargo de magistrada emérito es para mi, sin dudas, el más alto reconocimiento a la carrera judicial que he desarrollado, pero también es el compromiso moral de transmitir a otros jueces, sobre todo a los más jóvenes, los conocimientos y experiencia adquirida, señaló María Caridad Bertor Yero.
Asimismo, Plácido Batista Veranes, quien fue distinguido igualmente, afirmó que el trabajo, disciplina, modestia y lealtad caracterizan la labor de quienes tienen hoy la responsabilidad de llevar adelante la más profunda reforma judicial y procesal realizada hasta la fecha en nuestro país. “Sirvo a la Patria, a la Revolución y, por supuesto, serviré a los tribunales hasta que mis capacidades me lo permitan”, concluyó.
Presidieron la ceremonia Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba y miembro del Buró Político del Partido; Yamila Peña Ojeda, Fiscal General de la República de Cuba y Lilia María Hernández, presidenta de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos, entre otros invitados.