La Habana, 15 jun.- El proyecto ambientalista Cuba Verde continúa el rescate del arbolado urbano en el Parque Villalón, en el barrio habanero El Vedado, junto a acciones de educación ambiental para niñas, niños y adolescentes que tienen ese espacio como área de juegos.
En una primera siembra, hace un año, se plantaron 28 posturas de especies como vomitel (speciosa Salisb), roble blanco (Quercus alba) y neem (Azadirachta indica). Algunas consiguieron sobrevivir, otras fueron vandalizadas, explicó Alexandra Lleonart, promotora de la iniciativa.
Según pudieron constatar, los daños a los árboles en crecimiento provenían de menores que utilizan comúnmente el parque para diferentes actividades de ocio. En medio del juego, partían las ramas y les quitaban las protecciones, que no solo protegen las plantas, sino que lanzan un mensaje de que se está haciendo ahí una acción, apuntó.
“Decidimos entonces que no podríamos rescatar el parque si no los educábamos, si no les enseñábamos la importancia de los árboles en general y de la ciudad en particular”, declaró.
En la jornada previa a la siembra de árboles, prevista primero para el 5 de junio, a propósito del Día Mundial del Medio Ambiente, y aplazada debido a intensas lluvias en el occidente de Cuba, integrantes del proyecto realizaron un taller con niños y niñas de la comunidad y escuelas cercanas para abordar estos temas.
Para estimularlos, prepararon “un pequeño mapa de todos los árboles del parque y ellos fueron encontrando los siete tesoros que son las partes del árbol bueno, entonces aprendieron qué función tiene cada parte”, destacó Lleonart.
Cristian Mohamed, que cursa el sexto grado en la escuela primaria Manuel Rodríguez, es uno de los niños que participó en el taller, donde aprendió “que los árboles no solo te dan sombra, sino también oxígeno y frutos y ayudan a reducir el ruido”.
“Ahora, cuando veamos a alguien dañando un árbol del parque podremos decirle: mire, nosotros ayudamos a sembrarlos, somos los guardianes de los árboles del parque Villalón, no los maltrate”, dijo.
Germinar y crecer
El proyecto se inició en 2019 para denunciar la tala indiscriminada de numerosos ejemplares en diferentes áreas del Vedado. Un registro arrojó la tala de unos 900 árboles.
“Nuestro proyecto trata de visibilizar, colaborar y acompañar al gobierno, crear un ejemplo de buenas prácticas y que sea sostenible en todo el país, por eso se llama Cuba Verde, pero por algo hay que empezar”, dijo la activista ambiental, historiadora de profesión.
Entre las especies que sembraron hace un año y que replantaron este 12 de junio estuvieron roble blanco, árbol del neem –que no es una especie nativa, pero se adapta muy bien y tiene propiedades antifúngicas y antiplaguicidas–, framboyán (Delonix regia) y varía (Cordia alliodora).
“Uno de los problemas es que la postura tiene que ser de dos metros para que resista. Las que sembramos son donadas por la mipyme Jardinería Real Cuba, que aporta también la tierra enriquecida con abono”, dijo Lleonart.
Tras las denuncias de activistas ambientales sobre talas indiscriminadas y excesivas, el gobierno habanero organizó un grupo de instituciones vinculadas al arbolado urbano: las empresas de áreas verdes, telefonía y electricidad, entre otras. Sin embargo, todavía ocurren hechos que afectan las áreas verdes de La Habana.
Según adelantó la ambientalista, Cuba Verde aspira a convertirse en un proyecto de desarrollo ambiental, no solo para intervenir en el Parque Villalón, sino también en otra zona del municipio Plaza de la Revolución, a partir de resultados científicos existentes.
Alianzas
Según Juan Carlos Sáenz, cineasta e integrante del proyecto, Cuba Verde “es una forma de hacer posible lo imposible: que desde la ciudadanía parta un empeño sostenido en el tiempo por rescatar un parque patrimonial, desde su mobiliario, las estatuas y los árboles”.
También consideró que “la ciudadanía trata de hacer un cambio positivo y no quedarse esperando que alguien lo haga”.
Junto a la infancia, la adolescencia de esta barriada próxima al Malecón e integrantes de Cuba Verde, a esta iniciativa se unió una veintena de integrantes del club Motos Eléctricas de Cuba (MEC).
Michel Collado, su comunicador, declaró que desde la utilización de un medio de transporte que no emite gases a la atmósfera ya expresan una vocación ambiental, a la que dan continuidad con su participación tanto en este tipo de siembra como en limpiezas de playa, que realizan al retirarse de sus actividades sociales en las costas.
“Decidimos unirnos a Cuba Verde para apoyar con nuestras fuerzas y darle una continuidad al trabajo del proyecto. Se trata no solo de sembrar árboles, sino también de cuidarlos y concientizar a las personas sobre ese cuidado”, destacó Collado. (2022)