Desde el año 2019 funciona la Liga de la Leche en Cuba como una experiencia de acompañamiento y promoción de la lactancia materna.
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La Habana, 14 jun.- Reencontrarse o verse por primera vez, después de comunicarse solo desde la virtualidad durante la pandemia, e intercambiar cara a cara sobre las experiencias vividas fue posible en el encuentro de la Liga de la Leche en Cuba, a propósito de su tercer aniversario.
Con 65 años de creada, esta organización internacional comenzó a funcionar en la nación caribeña en 2019, de la mano de Micelys Torres, quien introdujo esta experiencia de acompañamiento y promoción de la lactancia materna.
“A partir de ese año, comenzamos a apoyar a madres en la lactancia materna y la crianza que respeta las necesidades del bebé, que es la misión de la organización”, dijo la líder de la liga en el país.
Iniciaron algunos grupos presenciales en 2019 e inicios de 2020. A partir de febrero, con la llegada de la covid-19, se movieron a espacios virtuales en WhatsApp, Telegram y Facebook, “para seguir apoyando a las madres, que en pandemia estaban más solas, aisladas y vulnerables, por falta de acompañamiento, sobre todo al iniciar la lactancia”.
A partir de 2020, las páginas y los grupos virtuales comenzaron a crecer y ya en junio de 2020 eran dos, al sobrepasar el límite permitido. Para finales de año, crecieron a tres y migraron a Telegram, por la posibilidad de crear canales, tener grupos mayores y hacer encuentros virtuales.
“El apoyo diario se hacía de manera efectiva, pero había temas más específicos, inquietudes y preocupaciones que se perdían y que debíamos abordarlos en grupos colectivos de madres. Todavía los estamos haciendo, una vez al mes, en el canal en Telegram de la Liga de la Leche en Cuba”, señaló.
Asimismo, apuntó que los mantendrán, incluso cuando retomen los encuentros periódicos presenciales.
Mayores preocupaciones
De acuerdo con Torres, las temáticas se escogen en función de las necesidades de información que evidencian quienes integran el grupo y de la prioridad de la organización en el acompañamiento madre a madre.
Las mayores preocupaciones, destaca, se concentran en el inicio de la lactancia, al que no pocas madres llegan sin conocimientos teóricos, por ser su primer bebé, no haber amamantado antes o no haber tenido apoyo de otras madres con experiencia.
“Llegan a ese momento con muchas dudas, se enfrentan a dolores e inquietud respecto a si están produciendo o no leche suficiente, si pueden amamantar con los medicamentos que les ponen durante el parto”, dijo.
Ailín Tamayo es la mamá de Elena, de 15 meses. Para ella, “la liga ha sido la salvación de mi niña, después de un parto muy traumático y gracias al grupo pude lograr que mi hija aumentara de peso con la lactancia y que al año tuviera bien todos sus indicadores”.
Para Hope Bastian, “hay problemas súper sencillos, pero si no se sabe cómo enfrentarlos, pueden terminar con la lactancia”.
La primera líder de la Liga de la Leche acreditada en Cuba también asegura que en el grupo aprende sobre su cuerpo y cómo funciona la lactancia. “Lo vemos complicado porque no lo entendemos, pero cuando aprendemos lo básico de la fisiología es fácil: mientras más estimulas el pecho, más leche se produce”, sostiene.
“He visto a mamás que llegaron pasando por esas dificultades y dos o tres meses después son las que responden a las inquietudes de otras. Es muy útil tener a alguien conectado que te diga: tranquila, eso es normal, no va a pasar nada”, apunta.
Un beneficio para las familias
Roxana Velázquez, mamá de Daniel, de 22 meses, que tuvo lactancia exclusiva hasta casi los siete, opina que “fue sanador haber encontrado la Liga de la Leche, especialmente en el tiempo de la pandemia, para adquirir conocimientos y también para manejar lo que nos estaba dando tanta preocupación por la pandemia”.
El vínculo con la liga benefició a toda la familia, “mis suegros están muy involucrados, mi esposo también, nos hemos adaptado a un nuevo tipo de crianza”, dijo.
Jair Moon es otro de los padres que ha visto en la liga un aliado en tiempos complejos. Al nacer, su niña Antonella sufrió una herida y luego, al salir del hospital, ella y su mamá tuvieron covid-19. En ambas ocasiones, fueron separadas, por lo que la lactancia resultó tormentosa. Cuando eso ocurría, él trabajaba fuera de Cuba.
“Mi esposa sufría malas noches y dolores, no sé ni cómo encontré este grupo. Con mucho trabajo se logró retomar la lactancia y hoy la teta es el vicio de la niña”, aseguró.
Lactancia y salud
Destacó Torres que, tal como lo corrobora la ciencia, la lactancia tiene un efecto muy positivo en la salud de los bebés, niñas y niños, incluso en pandemia.
“Tenemos muchas historias entre las madres del grupo. Buena parte de los bebés no se enfermaron, aun cuando los padres estaban infectados. Si enfermaban eran los más asintomáticos de la familia, si tenían síntomas eran muy leves; si llegaban a ser más intensos, los sobrepasaban rápidamente”, aseveró.
Sobre los beneficios de la lactancia señaló que bebés con trastornos gastrointestinales, diarreas y vómitos frecuentes y abundantes por varios días “no se deshidratan porque la leche materna tiene una composición que garantiza una hidratación más eficiente que con las sales de hidratación oral; además, están recibiendo nutrientes”. (2022)