El Comité de la Cámara de Representantes de ee. uu. que investiga el ataque al Capitolio de Washington, el 6 de enero de 2021, celebró recientemente su primera audiencia pública.
En la vista, realizada el pasado jueves, se mostró por primera vez un video en el que se pudo apreciar la violencia con la que actuaron los seguidores del expresidente Donald Trump ese día, liderados por los miembros del grupo ultraderechista Proud Boys.
Bennie Thompson, representante de Misisipi y presidente del comité legislativo, señaló que el exmandatario estaba en el «centro de la conspiración», y calificó el ataque como un «intento de golpe de Estado», según refiere La Opinión.
«El pueblo estadounidense merece respuestas, así que me presento ante ustedes, no como demócrata, sino como un estadounidense que juró defender la Constitución», argumentó Thompson, en la exposición de los argumentos iniciales.
A la par, Liz Cheney, republicana, representante a la Cámara por el distrito congresional de Wyoming, e hija del exvicepresidente Dick Cheney, afirmó que Donald Trump supervisó un «sofisticado plan de siete partes» para abolir las elecciones de 2020, con el argumento falso de que se había cometido fraude.
«El expresidente Trump fue el que convocó a la muchedumbre, la congregó y encendió la llama de este ataque», aseveró la representante.
La audiencia celebrada fue la primera de siete, «una por cada parte del plan», según dijo Cheney al Comité creado por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
En la reunión, que fue trasmitida por la televisión, se mostraron, entre otras, imágenes del testimonio del exfiscal general Bill Barr, quien planteaba que las afirmaciones de Trump de que las elecciones fueron robadas eran infundadas.
Los espectadores pudieron ver clips de entrevistas a personas del círculo más cercano al expresidente, entre ellas una realizada a Ivanka Trump, quien admitió, también, que la teoría de su padre del robo de las elecciones era falsa.
Por otra parte, se conoció que Ryan Kelley, candidato republicano a gobernador por Michigan, quien se encontraba en el Capitolio cuando el ataque del 6 de enero, fue arrestado en su casa en Allendale, el jueves en la mañana, según Mara R. Schneider, agente especial del FBI.
Kelley es el primer político que se presenta a elecciones para una cartera estatal o federal importante, que es detenido en relación con el asalto al Capitolio.
ACUSAN DE CONSPIRACIÓN A LOS PROUD BOYS
De acuerdo con lo anunciado por el Departamento de Justicia, un Gran Jurado Federal en el Distrito de Columbia emitió una acusación formal contra el líder del grupo de extrema derecha Proud Boys, Enrique Tarrio, y otros miembros de su organización.
Tarrio y sus correligionarios fueron acusados de conspiración sediciosa y otros cargos, por lo que comparecieron a la audiencia realizada el 9 de junio en el Distrito de Columbia, refiere El Diario de Nueva York.
Según los documentos judiciales en manos del Gran Jurado, hasta el 6 de enero de 2021 Tarrio fue el presidente nacional de los Proud Boys, y en diciembre de 2020 creó un capítulo especial conocido como Ministerio de Autodefensa.
Como se alega en la acusación, desde diciembre de 2020 los miembros del autodenominado Ministerio de
Autodefensa conspiraron para prevenir, obstaculizar y retrasar la certificación del voto del Colegio Electoral, y oponerse por la fuerza al Gobierno de Estados Unidos.
El día de los hechos, señala el documento del Gran Jurado, los inculpados movilizaron y condujeron al Capitolio a la multitud, lo que provocó el derribo de las barricadas, la entrada al edificio y los asaltos contra las fuerzas de seguridad.
Durante y después del ataque, el líder extremista y sus adláteres reclamaron el mérito de lo sucedido en las redes sociales y en una sala de chat encriptada, reseña El Diario de Nueva York.
Los Proud Boys son una organización solo para hombres, ultranacionalista, neofascista y antinmigrantes, vinculada con el supremacismo blanco. Esta organización se incluye en el universo de grupos y facciones extremistas estadounidenses que fueron calificadas –y se autonombraron durante la última campaña presidencial– como trumpistas.
Recordemos que el exmandatario, en uno de los debates de cara a las elecciones de 2020, ante la crítica que se realizaba a los grupos extremistas, dirigiéndose a los Proud Boys les pidió «dar un paso atrás y esperar», lo que provocó una gran polémica que obligó a Trump a rectificar y a tratar de suavizar el significado de su llamado.
Oath Keepers, Boogaloo Bois o Proud Boys forman parte de centenares de organizaciones armadas de extrema derecha, fervorosas defensoras del racismo, del ultranacionalismo y de la intolerancia en todas sus manifestaciones, seguidoras de doctrinas que a cualquier persona sensata le parecerían absurdas; locuras como el Plan Kalergi, que sostiene que existe un proyecto oculto para debilitar a la raza blanca mediante el mestizaje que provoca la migración; o la Teoría del Gran Reemplazo, que advierte sobre la existencia de un plan secreto para acabar con la demografía y la cultura europea.
La celebración de la primera audiencia pública ha servido para mostrar cuán dividido sigue ese país. A pesar del tiempo transcurrido y de las pruebas presentadas, una y otra vez, por diferentes medios, los republicanos continúan aferrados al criterio del robo de las elecciones, y muchos trumpistas rumian el desquite.
Mientras, los estadounidenses sufren aún las consecuencias de la pandemia, los malabares de una economía en crisis, una inflación galopante que mengua sus ingresos, un alza imparable de los precios de los combustibles y un Presidente que rompe récord de impopularidad, incluso el de su antecesor en la Casa Blanca.
Los actores de la violencia del 6 de enero en Washington están siendo juzgados y condenados por sus actos, en tanto la investigación apunta a que el máximo culpable de los acontecimientos fue Donald Trump.
Aún quedan muchos cabos sueltos, pero el sistema buscará culpables y los corderos sacrificables desempeñarán su papel; aunque tal vez, en este caso, mejor sería decir lobos sacrificables, porque otros no menos responsables quedarán ocultos de la mirada de la Justicia.