Varios países celebran durante junio el Mes del Orgullo, cuando las comunidades de personas LGBTIQ del mundo se unen y celebran la libertad de ser ellas mismas.
Foto: Jorge Luis Baños/IPS
La Habana, 10 jun.- La polémica pública entre miembros de la Iglesia Evangélica Pentecostal Asambleas de Dios y activistas de la comunidad LGBTIQ+ cubana trascendió el espacio físico del Malecón habanero y motivó diversas reacciones de personas usuarias de la red social Facebook.
En esa plataforma digital se analizan desde hace casi una semana las razones y sobre todo las consecuencias derivadas de un incidente, el pasado 5 de junio, entre participantes en un culto religioso celebrado en la explanada capitalina de La Piragua y tres activistas que aseguraron ser víctimas de expresiones homofóbicas.
Según la reciente publicación del reverendo Moisés de Prada, Superintendente General de las Asambleas de Dios, “muchos medios se han hecho eco del acontecimiento para tildar de fundamentalistas y homofóbicos a los cristianos y denominaciones que participaron” en el culto.
Asegura el líder cristiano que esa congregación tiene “mucho amor que darles a la comunidad LGBT y al pueblo de Cuba”.
Al respecto, Maykel González, uno de los activistas presentes en La Piragua el día 5, reprochó el llamado al arrepentimiento de los religiosos y pidió explicaciones “sobre las denuncias puntuales de Manuel D La Cruz y Osmel Padilla, que sufrieron acoso y exclusión en comunidades de esa denominación cristiana”.
Visiones diversas
En un comentario al post de González, Virgen Maceo apuntó “cómo el odio y el rechazo ha marcado tanto la vida de esta comunidad LGBTIQ+. Sabemos que han sufrido mucho en la lucha por los que consideran sus derechos”.
Otras personas que comentaron el post del líder de las Asambleas de Dios insistieron en una reacción de las autoridades gubernamentales.
Para Ángela Méndez, el parlamento unicameral cubano (la Asamblea Nacional) “debería tomar en cuenta los eventos que están ocurriendo antes de proseguir con el avance del llamado nuevo Código de las Familias”.
De acuerdo con el activista Osmel Padilla, “son innumerables los discursos de odio de muchas iglesias fundamentalistas en Cuba contra la comunidad LGBT y más desde que está en discusión la aprobación de un nuevo Código de las Familias que defienda los derechos de la comunidad LGBT, la cual no debe quedarse callada ante estos actos impunes y denigrantes”.
En tanto, otras personas insisten en evitar que se produzcan y sigan legitimando, sobre todo en espacios públicos, las expresiones discriminatorias homofóbicas.
Al respecto, Alberto Roque, médico y activista por los derechos LGBTIQ+, declaró que se opone “a la confrontación en espacios públicos con los colectivos reaccionarios evangélicos”.
Además, condenó “las expresiones homofóbicas, permitidas por el Estado, en nombre de la libertad religiosa, en cualquier espacio”, a la vez que manifestó su repudio al “uso de la confrontación con intenciones políticas provocadoras por activistas LGBTIQ opositores al Estado cubano”.
De igual forma, advirtió “sobre los peligros que corren el estado de derecho y la pérdida de legitimidad de las instituciones y del activismo LGBTIQ ante hechos como estos”.
Junio y el movimiento LGBTIQ
Varios países celebran durante junio el Mes del Orgullo, cuando las comunidades de personas gay, lesbianas, bisexuales, trans e intersexuales y queer (LGBTIQ) del mundo se unen y celebran la libertad de ser ellas mismas.
El día 28 de junio es el más representativo del mes, cuando se recuerdan los disturbios de 1969, iniciados en el bar gay Stonewall Inn, en Nueva York, que marcaron el inicio del movimiento pro derechos de dicha comunidad.
A propósito de la celebración, el proyecto AfroAtenAs. Callejón de las Tradiciones, en la occidental ciudad de Matanzas, propone un conjunto de actividades para “una vez más, con los colores de la diversidad, luchar por nuestros derechos”, plantea la convocatoria.
En el programa de actividades se prevé la realización, el día 26, de una celebración interreligiosa por las familias LGBTIQ+, con la participación de miembros de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana, en la sede matancera de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. (2022)