El gobierno mantiene vivas sus expectativas de alcanzar este año 2,5 millones de visitantes, como primer paso para pasar en 2023 a una recuperación más sólida del turismo.
La producción de alimentos, el turismo y el reordenamiento de la empresa estatal aparecen entre las prioridades que el Gobierno cubano se propone mantener en el Plan de la Economía del 2023. Las alternativas anunciadas identifican, ante todo, estrategias para remontar una crisis económica de raíces externas e internas, que tiene la inflación como signo principal.
En la reunión del Consejo de Ministros de fines de mayo, donde se dieron indicaciones para iniciar la elaboración del Plan y el Presupuesto del Estado correspondientes al próximo año, el Presidente Miguel Díaz-Canel pidió proceder con realismo y suficiente antelación en el proceso de planificación, a fin de dar respuesta a problemas que golpean severamente a la población cubana.
El sitial del Plan lo comparten actividades esenciales para oxigenar los ingresos cubanos en divisas, atender el filón del consumo más sensible para los cubanos hoy, la producción de alimentos, y levantar una pieza estratégica, la empresa estatal socialista, en momentos en que se diversifican los actores de la economía y se transforman las estructuras del modelo económico.
A poco más de un año de aprobado, un programa especial de 63 medidas para la agricultura no ha dado aún los resultados esperados, mientras el suministro externo de alimentos se nubla más, ante señales de crisis internacional por alza de precios. Los cereales y otros alimentos básicos se han encarecido fuertemente con la guerra de Ucrania y sus secuelas geopolíticas.
Al contexto global se suman tendencias de producción internas en Cuba poco alentadoras. Datos recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) indican que en 2021 no se vio reacción a las 63 medidas.
La producción de viandas y hortalizas se mantuvo en niveles similares a los de 2020, año en que se habían hundido de manera generalizada a la sombra de la Covid-19. Las pérdidas de 2021 fueron mayores en otras producciones básicas en la dieta insular: la cosecha de arroz disminuyó en un 15 por ciento; los frijoles, en un 7 por ciento; los huevos, en un 10,5 por ciento, y la carne de cerdo se desplomó a menos de la mitad, por la contracción en la importación de piensos.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre las repercusiones de la Guerra de Ucrania en esta región, identificó a Cuba entre los países que pueden verse afectados por su dependencia de la importación de alimentos. Su relación deficitaria en el comercio externo de alimentos -un déficit de 1.353 millones de dólares en 2019, según CEPAL- puede deteriorarse más este año por la baja en la producción nacional de azúcar, una de sus exportaciones principales, y los daños agropecuarios generales con las intensas lluvias de días recientes.
Al comentar en la reunión del Consejo de Ministros los resultados económicos hasta abril, el ministro de Economía, Alejandro Gil, lamentó el alza de precios externos de alimentos y de combustibles, que se han combinado con ingresos menores a lo previsto.
Ante tal contexto, es lógico que las autoridades sigan depositando esperanzas en el turismo. El titular de Economía manifestó ante el Consejo de Ministros que mantiene confianza en los 2,5 millones de visitantes planificados este año. A su favor, citó un mes de abril con 133.226 visitantes, el 100,7 por ciento del plan, aunque en el cuatrimestre solo recibió el 71,3 por ciento de lo planificado. Evidentemente, las mayores esperanzas de recuperación quedan reservadas para 2023.
Una reacción de la oferta agropecuaria de cara al consumo local, tanto como la reanimación del turismo -mercado ideal para productores manufactureros y agropecuarios locales-, serían esenciales para frenar la inflación. Pero mientras llegan tales respuestas, la economía necesita medidas monetarias para equilibrar mercados y enfrentar la espiral alcista de los precios. La reunión analizó propuestas, a juzgar por los medios, aunque sin divulgar detalles.
Los informes de prensa tampoco dieron muchos elementos sobre la inversión extranjera directa (IED), pero es evidente que permanece entre las prioridades del Plan. Es una de las pocas fuentes de capital que le quedan a Cuba, en momentos en que la banca extranjera le ha cerrado sus ventanillas a esta nación con más severidad que nunca por temor a las sanciones del bloqueo económico de Estados Unidos.
En la reunión se aprobaron planes de ordenamiento urbano para la Zona Especial de Desarrollo Mariel, área que lidera las alianzas de Cuba con inversionistas de otros países.
Más tiempo le dedicaron en sus intervenciones públicas el Presidente y el ministro de Economía a la empresa estatal socialista. Díaz-Canel insistió en darle todas las facultades posibles a estas empresas para diversificar producciones y servicios.
Defiende esta estrategia para atender demandas de la población y estimular el encadenamiento productivo y comercial de las formas estatales con las cooperativas y las micro, pequeñas y medianas empresas privadas, en expansión en Cuba actualmente.
Ese camino el mandatario lo concibe para aprovechar todas las potencialidades que existen en empresas estatales y no estatales y lograr, a la vez, una participación directa de estas últimas en los principales programas económicos y sociales del país.
Gil Fernández, a su vez, confirmó la máxima prioridad otorgada en la estrategia de transformación y fortalecimiento de la empresa estatal. Tras comentar los pasos que viene dando el país desde el año pasado para acelerar y profundizar estos cambios, el ministro reconoció que queda mucho por hacer para que la empresa estatal socialista se convierta en el actor fundamental de la economía. (2022)