«¿Cuál ha sido la novedad de hoy?» –pregunta la maestra en el aula bulliciosa de 2do. grado. Inmediatamente, Hisandra de la Caridad responde con su mochila nueva a la espalda: «Para mí era un sueño tener esta mochila porque es muy linda. Ya la llené y le arreglé las hebillas».
María Abigail también está contenta: «Ya mi mamá no tendrá que gastar mucho dinero. En esta escuela me dieron una mochila nueva».
La algarabía circundante y las expresiones de alegría de estos niños del grupo 2do. 2 en nada recuerdan la traumática experiencia que vivieron el pasado 6 de mayo, cuando la explosión del hotel Saratoga afectó la escuela Concepción Arenal, donde estudiaban, y obligó a trasladarlos a una nueva sede: la primaria Rafael María de Mendive.
La maestra Yazmín Otamendy Céspedes explica que, tras el incidente, ellos no se han sentido afectados porque no recibieron ningún tipo de herida. «Se están comportando de forma normal en su proceso docente educativo».
Con los niños de 1ro. 1 está la seño Keila Espinosa Janeiro. Tiene en el aula a sus 23 alumnos y cuenta cómo reaccionaron al llegar a la institución, en la cual fueron recibidos con aplausos y actividades infantiles. «En cuanto empezaron a verse se emocionaron mucho, se abrazaron, se sentían contentos porque estaban otra vez en la escuela, iban a recibir sus clases y estaban junto a sus amiguitos».
Como bien reconoce esta maestra, los pequeños tienen el apoyo de sicólogos, sicopedagogos, personal de Salud y trabajadores del centro escolar que los ha acogido. «Estamos muy agradecidos, tanto la familia como nosotros los docentes, y los niños expresan su gratitud con su alegría, sus canciones y quieren ver su escuela recuperada».
Los estudiantes de la escuela primaria Concepción Arenal continúan el curso escolar distribuidos en el círculo infantil La Giraldilla, la primaria Rafael María de Mendive, la secundaria Jorge Vilaboy y el politécnico Carlos Rafael Rodríguez.
Odalys Cuevas Duarte, subdirectora general de la Dirección Municipal de Educación de La Habana Vieja, explica que se recibieron 393 mochilas para la matrícula íntegra de la primaria Concepción Arenal, además de 50 folletos para los docentes, que servirán como herramientas de preparación a fin de darles tratamiento sicológico a los niños.
Cuando termina la jornada, los padres esperan a sus hijos a la entrada de la escuela donde estudió Martí. Comparten la curiosidad por los regalos, reparten besos y abrazos, y los ayudan a echar sueños y esperanzas en la nueva mochila.